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España,plurinacional (LXXIV)

                España,plurinacional
                                               LXXIV.- Un terrorismo bendecido (4)
 
Y por entonces el clero nacional-progresista montó una red de escuelas sociales,donde,mediante conferencias,charlas,seminarios,etc.,difundía ideas avanzadas y de un nacionalismo radical.Su carácter legal o no ilegal,y el prestigio del clero,atrajeron a numerosos jóvenes a aquellos centros,llamados por algunos universidades populares,que tomaron enseguida carácter de adoctrinamiento político.Para la ETA supusieron un gran salto en su capacidad organizativa e influencia,pues fue ella quien más ampliamente y mejor supo explotar tales escuelas para formar grupos de simpatizantes y militantes por buena parte de la región.
                Pero entre tanto se abrieron las disidencias en la organización:el viejo nacionalismo de fondo sabiniano,y el revolucionarismo marxista,no se ensamblaban con comodidad,ni el terrorismo con la acción de masas entre el proletariado.Un sector privilegiaba el nacionalismo,sin olvidar el socialismo,y otro el socialismo,sin olvidar el nacionalismo.El primero optaba por el terrorismo como eje de su actividad,sin excluir otras movilizaciones,y el segundo por la movilización sindical y popular,sin excluir la violencia.Las rivalidades cobraron un tono cada vez más acre,hasta derivar en una lucha furiosa por el poder interno.Los partidarios del terrorismo y de la secesión a toda costa acusaban de españolistas a los impulsores de un patriotismo obrero,frente al nacionalismo burgués,en ruptura completa con el PNV.Los patriotas obreros estaban impresionados por el éxito movilizador de las Comisiones Obreras en Vascongadas,Madrid,Barcelona,etc.
                La guerra entre las dos líneas,la nacionalista-socialista y la socialista-nacionalista,se saldó con la victoria de la primera en la V Asamblea,realizada entre diciembre de 1966 y marzo del 67,tras una serie de maniobras y expulsiones previas que impidieron a los rivales defenderse o imponer sus puntos de vista.Fue la primera de una serie de escisiones en la organización,todas españolistas sui generis.El sector obrerista expulsado pasaría a llamarse ETA-berri (nueva),y el vencedor ETA-zarra (vieja),hasta que la primera cambió su nombre por el de Movimiento Comunista de España (MCE),recuperando los otros las siglas ETA.
                Los vencedores se organizaron en cuatro frentes:militar,político,económico (sindical) y cultural,imitando un esquema del comunismo vietnamita.Su doctrina,vehementemente antiespañola y terrorista,pero también inspirada en un peculiar marxismo-leninismo,tenía la marca de Krutwig.Ello determinó la dimisión de Txillardegui y algunos otros históricos católicos,que admitían el marxismo como una luz para todos los que creemos en el socialismo,pero no como verdad absoluta.La V Asamblea comenzó en la casa parroquial de Gaztelu,en Guipúzcoa,y terminó en la casa de ejercicios espirituales de los jesuitas de Guetaria.Y algo tenían de ejercicios espirituales aquellas reuniones.
                Pese a su temprana decisión de recurrir a las armas,la ETA tardó diez años en matar a alguien.Con alguna salvedad.Según parece hubo ya en 1959 el proyecto o intento,algo legendario y en todo caso frustrado,de provocar el descarrilamiento de un tren que llevaba a Bilbao a ex combatientes del ejército de Franco para un acto conmemorativo,lo que habría ocasionado probablemente una carnicería.Y en 1960 la organización mató a un bebé de 22 meses,la niña Begoña Urroz Ibarrola,abrasada por la explosión de un artefacto colocado en la estación de Amara,en San Sebastián.Asesinato que,por razones obvias,no fue reivindicado.
                Durante los años siguientes los etarras dedicaron sus esfuerzos a una serie de pequeños atentados contra lápidas y símbolos fascistas,o contra negocios de personas españolistas,acompañados de una profusa y virulenta propaganda por medio de octavillas y publicaciones.También intervenían en las actividades culturales para radicalizarlas políticamente,o en las fiestas populares para darles un cariz nacionalista mediante la exhibición de banderas o gritos,tratando de provocar la intervención de la Guardia Civil contra el pueblo.En una de éstas,en 1966,llegó a haber un incidente con dos heridos.Mucha gente los consideraba unos alborotadores chillones e irrisorios,y pocos temían efectos demasiado graves de sus actos,pero sus actividades creaban ambiente y les atraían la admiración de bastantes jóvenes.Su ideología apenas era conocida,fuera de su exaltación patriótica.Así iba creciendo en torno a la organización un halo de prestigio,más pintoresco o folclórico que heroico,alejado de un auténtico respaldo popular.
                Pero todo cambió el 7 de junio de 1968,con el asesinato de un Guardia Civil,cerca de Tolosa;José Antonio Pardines,gallego,al que Javier Echevarrieta,Txabi,disparó cinco veces con su pistola,por el simple hecho de haberles dado el alto,y percatarse de que viajaban en coche con matrículas falsas.
                El autor de los disparos,y su acompañante Iñaki Sarasqueta,se refugiaron en casa de un sacerdote.Pero cuando Echevarrieta insistió en marcharse,fueron detenidos por una pareja de la Guardia Civil,y Echevarrieta imitó a un pistolero del oeste,escena de las de a ver quién tira primero.El Guardia Civil disparó antes,y Echevarrieta cayó muerto.
                La ETA,el PNV,el clero nacionalista y la oposición antifranquista transformaron este doble episodio de muerte en un relato,entre heroico y martirial,de lucha por la libertad y venganza represiva.La versión difundida afirmaba que Echevarrieta había sido cazado a tiros,sacado del coche,esposado,puesto contra la pared y asesinado de un tiro en el corazón.Los sacerdotes nacionalistas celebraron por él muchas decenas de misas con las correspondientes homilías;en su honor se compusieron poemas y canciones,una de las cuales adaptaba otra compuesta por los comunistas para Julián Grimáu.El nombre del grupo terrorista empezó a sonar con fuerza dentro y fuera de España,levantando solidaridades.No sólo la ETA,también el nacionalismo y el antifranquismo en general,se identificaron con el mártir.
                El asesinato del Guardia Civil,gratuito,sórdido y sin asomo de épica,realizado por un estudiante semidrogado,tuvo verdadero carácter inaugural.Hasta entonces la ETA era un grupo sin demasiada importancia,molesto para el gobierno,aunque mucho menos que el PCE,que organizaba frecuentes huelgas en Vascangadas.En adelante se convertiría,junto con los comunistas,en el enemigo principal del régimen.Y más allá de las lucubraciones teóricas de los años anteriores inauguraba también el método de lucha favorito de la ETA:el disparo por la espalda a la víctima indefensa.
                La dirección etarra decidió tomar venganza por la muerte de Echevarrieta,y el 2 de agosto mataba a tiros en Irún al comisario Melitón Manzanas,de la brigada político-social.Ya antes del asesinato de Pardines estaba siendo vigilado Manzanas,pero no por etarras,sino por un dirigente del PNV,Jon Oñatibia,antiguo delegado del gobierno vasco en Nueva York.
                Más interés tuvo la reacción del PNV,que después de haber acusado a Manzanas de torturador,desaprobó su asesinato e hizo correr el rumor de que había sido por un asunto de faldas.Y,por supuesto,la leve condena al crimen se volvía incondicional al régimen.En un comunicado oficial tras la muerte de Manzanas,el exiliado gobierno vasco,con asistencia de socialistas y republicanos,rechazó con la mayor vehemencia los abusos de poder del gobierno franquista,que se instauró y funciona violentamente,pues esta violencia ha dado lugar a otra.Y el PNV anadía:el genocidio sañudo y persistente,la negación y atropello sistemáticos de los derechos de la persona humana,y la práctica repetida e inhumana de la tortura,que el régimen franquista viene practicando ininterrumpidamente durante los largos años de su dominación sobre el Pueblo vasco,han creado en Euzkadi un clima de extrema tensión y violencia.En octubre hablaba de más de ciento cincuenta presos y cincuenta confinados como resultado del estado de excepción,lo que no parece una cifra exagerada para el masivo terror de Estado;y organizaba colectas pidiendo a todos los vascos identificarse con los perseguidos.
                Cabría preguntar cómo,si la violencia de la ETA nacía de la represión del régimen,no había habido mucha más violencia cuando la represión había sido mucho mayor.El PNV,al tiempo que suministraba a los terroristas todo género de justificaciones,y les facilitaba un inapreciable aliento propagandístico,personal y económico mediante colectas,exhibía su distanciamiento de ellos,porque el partido tenía carácter democristiano y exigía el respeto integral a la vida y a la dignidad del hombre,base esencial de toda convivencia civil y razón de nuestra propia lucha frente al sistema de opresión imperante hoy en el Estado español.Un etarra algo cínico podría haberse extrañado de que a tan altas razones correspondiese una lucha tan tibia.
                Ocurrían también estos hechos en un verano marcado en Europa por la revolución del 68 en Francia,la proliferación de huelgas obreras y estudiantiles,violentas con frecuencia,en Alemania,Italia y otros países;el recrudecimiento de la guerra del Vietnam,las marchas de apoyo al Vietcong,la mitificación del Che Guevara y la lucha guerrillera,el aplastamiento de la primavera de Praga por los tanques soviéticos,la matanza de cientos de estudiantes perpetrada por el gobierno del PRI en la plaza de Tlatelolco,en México,etc.Vistos en la perspectiva del terrorismo posterior,en España y muchos otros países,aquellos atentados etarras parecen poca cosa,pero en el plácido ambiente español del momento cayeron como una pesada piedra en un estanque.Tres muertos en sólo dos meses,y la agitación no ya de la oposición,sino de fuerzas mucho más poderosas en el exterior,constituían el ataque más grave,directo y sangriento al franquismo desde la época del maquis.
               

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