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España,plurinacional (LXXV)

España,plurinacional
LXXV.- Un terrorismo bendecido (5)

El gobierno respondió decretando el estado de excepción en Guipúzcoa por tres meses.Menudearon las redadas y detenciones,muchas veces por simples sospechas.La oposición,comenzando por el PNV en el exterior,clamó con renovada energía contra el terror de Estado,acusándole de las acciones de ETA,cuando había sido exactamente al revés.Se desataba la espiral diabólica de la acción-represión-más acción,y la simpatía y colaboración en ella de muy variados elementos,incluso de la derecha.El nombre ETA se envolvía en Europa y América de un halo de heroísmo,o al menos de justificación:un grupo patriota y democrático en lucha por la liberación de un pueblo oprimido,o una colonia,contra una dictadura fascista.
Quizá nunca logró tales ganancias con tan poca inversión un grupo terrorista.Desde el punto de vista de sus planes había logrado una victoria inimaginable,un salto cualitativo que marcaba un antes y un después.
Pero en otro orden de cosas el éxito le salió muy caro,pues en 1969 la policía desmanteló prácticamente la organización,y detuvo a la mayoría de sus dirigentes,entre ellos con toda probabilidad a los autores del asesinato de Manzanas.Ello provocó una desorganización momentánea, y un duro enfrentamiento interno,que reproducía el anterior a la V Asamblea entre los nacionalistas socialistas y los socialistas nacionalistas,partidarios los primeros de continuar de lleno con la acción terrorista,que tan buenos frutos les estaba rindiendo,y los segundos de una acción de masas para convertirse en una especie de partido comunista vasco,formando un amplio frente con los demás partidos de izquierda.Entre insultos,amenazas y maniobras,los segundos consiguieron esta vez imponerse y expulsar en 1970,en la VI Asamblea,a los más partidarios del pistolerismo,que acusaban de españolismo a los vencedores.Los expulsados rechazaron prescindir de las siglas,y la organización se escindió por segunda vez en dos ETA,apellidadas ahora VI Asamblea y V Asamblea.La segunda,aunque débil de momento,terminaría prevaleciendo.
Pero los golpes policiales y las querellas internas tendrían ya importancia menor:la ETA se había conformado como un grupo de considerable poder de atracción,y por tanto de reclutamiento,entre bastantes jóvenes,capaz de desenvolverse dentro de una trama complicada de locales e iniciativas eclesiásticas y apoyos muy variados.Los golpes policiales en los años siguientes lograrían frenar su desarrollo,y limitar sus acciones,pero no vencerla definitivamente.
El año 1969 empezó con huelgas obreras y manifestaciones estudiantiles en Asturias,Madrid,Barcelona y Vasconia especialmente,y el gobierno impuso en enero el estado de excepción en todo el país,por tres meses.En abril un etarra que huía de la policía asesinó al taxista Félix Monasterio,cuarta víctima mortal de la organización.Aunque la agitación descendió,a finales del año habían sido detenidas en Vascongadas casi dos mil personas,ingresando trescientas en prisión.En 1970 los conflictos laborales y universitarios se recrudecieron en Asturias,Madrid,Barcelona,Bilbao y Sevilla.Especial gravedad revistieron unas manifestaciones de obreros de la construcción en Granada,con tres obreros muertos por la policía.En septiembre el sabiniano José Elósegui incendiaba sus ropas y se lanzaba al vacío en el frontón de Anoeta,en San Sebastián,para protestar ante Franco,que contemplaba allí un campeonato internacional de pelota vasca.Elósegui resultó sólo herido,gracias a la rápida reacción del servicio de seguridad.
Mientras tanto se preparaba el juicio militar contra dieciséis dirigentes etarras capturados el año anterior,en medio de una campaña de agitación en Europa.La mayoría de la prensa informaba con un sesgo muy favorable a los terroristas,a quienes coreaban también diversos gobiernos y grupos de intelectuales,por lo general en nombre de la democracia o el progreso,o de la causa proletaria.Un senil Sartre,defensor inveterado de los totalitarismos chino y soviético,destacaba por su espíritu militante.Hubo manifestaciones en París,Berlín,Roma,Milán,Hamburgo y otras ciudades,y protestas de artistas comunistas como Rafael Alberti o Pablo Picaso.Estas campañas contaban con larga tradición,desde la solidaridad con los anarquistas españoles después de sus primeros atentados,a finales del siglo XIX.Exhibían un elevado sentimiento humanitario hacia los presos,que desaparecía ante las víctimas de éstos,de las que se despreocupaban en absoluto.
En noviembre los obispos de Bilbao y San Sebastián,Cirarda y Argaya,hacían leer en todas las iglesias de sus diócesis una pastoral atacando el procedimiento judicial y condenando las violencias estructurales,las subversivas y las represivas.En tales circunstancias el documento beneficiaba a la ETA,a favor de la cual,como víctima,movía a la opinión.El gobierno replicó con enfado,pero la Conferencia episcopal,en Madrid,acordó solidaridad con Cirarda y Argaya,aumentando si cabe la irritación del régimen.Durante ese mes cientos de manifestantes,universitarios en su mayoría,se manifestaron violentamente en diversos lugares de España,desde Oviedo a Barcelona,y desde Sevilla a Bilbao.Proliferaron las pintadas,octavillas,declaraciones a favor de los acusados,dos de los cuales eran sacerdotes.El 2 de diciembre el grupo etarra más partidario del terrorismo secuestró al cónsul alemán en San Sebastián,Eugen Beihl,para dar el máximo relieve internacional al proceso;dos días después se decretó un nuevo estado de excepción para Vascongadas.Unos días más tarde se encerraban en el monasterio de Montserrat 300 intelectuales y artistas,y el abad,Cassiá Just,rechazaba en Le Monde el compromiso de la Iglesia con un régimen que condenaba al pueblo por el único crimen de oponerse a Franco.Los presos no lo estaban,al parecer,por la sangre derramada,sino por oponerse a Franco y por su patriotismo vasco.Los comunistas,el PNV,los nacionalistas catalanes,toda la oposición,así como buena parte de la Iglesia,y las izquierdas en toda Europa,no se cansaban de ofrecer esa versión al público.
Durante el juicio los acusados,en particular Mario Onaindía,que años después dejaría la ETA y denunciaría el terrorismo,se portaron con valor y se proclamaron desafiantemente marxistas leninistas.Ocho de ellos fueron condenados a muerte,el 28 de diciembre,pero el gobierno les conmutó la sentencia a los pocos días.
Lo más importante de aquella extraordinaria campaña fue que,por primera vez desde la guerra civil,toda la oposición antifranquista,en el interior y en el exilio,lograba unirse en un frente común de hecho,y con una actividad y audacia nunca vistas desde el maquis.Y lo más significativo fue que un grupo como la ETA,jactanciosamente totalitario,antiespañol y terrorista,aparecía como catalizador de esa unidad y,de manera confusa pero efectiva,como símbolo de las libertades y la democracia para toda España.
También persistía la inclinación a la violencia o a su comprensión,siempre que fuese de izquierda.Pocos antifranquistas confiaban en la acción armada,pero muchos pensaban aprovechar la que otros pacticaban.Creían,además,que cuando ellos subieran al poder,una vez terminado el franquismo,se acabaría el terrorismo.En 1930 habían cometido el mismo error los republicanos con respecto al terror anarquista.
El verdadero nacimiento de la ETA como fuerza importante en España data del período 1958 a 1970,y está ligado a tres asesinatos,que no le impidieron recibir casi todas las bendiciones posibles.La rodearon de afecto y comprensión,a veces con reticencias de escaso relieve práctico,los comunistas,los demás nacionalistas vascos,catalanes y gallegos,buena parte del clero vasco y otra menor,pero considerable,del resto de España.El conjunto de la oposición,en suma.Y,no menos decisivo,diversos gobiernos europeos,en especial el francés.Francia iba a convertirse por muchos años en el refugio y santuario de la ETA,el lugar seguro desde donde la organización planeaba sus atentados y adonde podía retirarse oportunamente,garantizándose un alto margen de impunidad.A la oposición española le pareció bien,creyendo que esa política de París duraría lo que el régimen franquista.Volvía a equivocarse.Sin todos esos apoyos la ETA habría corrido probablemente una suerte muy parecida a la de otra organización terrorista,el GRAPO,unos años después.



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