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Las puertas del infierno (XV)

Tres libros y un lector
XV.- Las puertas del infierno (XV)

El clan de izquierdas no consiguió imponer sus criterios en la Congregación General XXXI,pero había tomado el poder,y lo ejerció de inmediato.Primero se convirtieron en aduladores que confirmaron al padre Arrupe en su designio mesiánico y le convencieron de que fuera como ellos;después consolidaron el poder que habían tenido en la Congregación General XXXI.Se dedicaron a la eliminación de los ignacianos y de los moderados en las posiciones de poder,e hicieron su Contraorden mediante el nombramiento de Asistentes,Provinciales,rectores,superiores y consultores adictos.
En carta del 12 de diciembre de 1980 sobre el apostolado social en Hispanoamérica Arrupe reconoce que la Compañía no está eficazmente orientada hacia el apostolado a favor de la justicia social,y ordena lanzarse a la actuación social con la elocuencia de los hechos.Antes la praxis que la teoría,consigna de Lenin y Gramsci que pusieron inmediatamente en práctica sus jesuitas.
Uno de los nuevos Asistentes regionales fue el suizo Mario Schönenberger,que se encargó junto al catalán Abad de formular el plan pastoral de los jesuitas para Hispanoamérica.Cuando en 1968 Pablo VI publicó Humanae vitae,muchos jesuitas se enfrentaron a la doctrina pontificia,entre ellos McCormick,de la universidad de Georgetown.El padre Arrupe escribió a la Compañía para que aceptase la doctrina papal,pero muchos no le hicieron caso.Jan Terpstra,Provincial de Holanda desde 1963 y miembro de la Congregación General XXXI,despreció la encíclica papal y la carta de Arrupe,apoyado por Mario Schönenberger,de quien dependía Terpstra.Al poco tiempo se salió de la Compañía Schönenberger,y después Terpstra,que reapareció con una mujer en la Costa del Sol española.Abad se marchó también.Era director de las Congregaciones marianas Ludovicus Paulussen en 1970,y el clan de izquierdas substituyó esas Congregaciones por las Comunidades de Vida Cristiana,al mando del brasideño Arno Dischinger,famoso por ser autor de una tesis doctoral sobre la homosexualidad,a la que incorporó interesantes observaciones experimentales realizadas en el Parque Pincio de Roma;abandonó también la Compañía con su secretaria,pero desde entonces es normal que los cristianos practiquen la homosexualidad.
La Orden tenía 36.000 jesuitas en 1965.En 1966 abandonaron la Orden 69 jesuitas,y la caída de vocaciones jóvenes fue tan dramática,que durante los cuatro primeros años de gobierno de Arrupe no se hizo nadie jesuita.Cuando Juan Pablo II le destituyó la Compañía de Jesús había perdido diez mil jesuitas,y durante su sucesor Kolvenbach las cosas no fueron mejor.Angustiado dirigió a la Compañía una carta preguntando por qué se hundían las vocaciones,y muchos le respondieron que porque se había quebrantado el espíritu ignaciano.
Y como el Concilio ordenó a los institutos religiosos adaptarse a los nuevos tiempos,el clan de izquierda comenzó a preparar la Congregación General XXXII.
Sección 3: La rebelión de los jesuitas en los Estados Unidos
Cuando algunos delegados de la Congregación General XXXI decían que la Congregación de Jesús no se regía por un sistema democrático decían la verdad,pero lo lamentable es que llamaban democrático al totalitarismo sandinista,porque el comunismo conoce la democracia lingüística,y todos sus regímenes de la Europa Oriental fueron Democracias Populares.En 1965 emitieron una encuesta,el famoso Survey,ordenado por el padre Arrupe,cuyos resultados demostraron la crisis jesuita desde el Concilio.La juventud se mostraba no sólo alejada de la tradición,sino del espíritu ignaciano y de la Iglesia misma.Arrupe y su equipo dieron la razón a su juventud,e incluso el padre Pin,sociólogo director de la encuesta,abandonó la Orden y se casó con una von Brentano,divorciada,que poco después se divorció también de él.
Entre los jesuitas expertos en formación reunidos en Shrub Oak tres abandonaron la Compañía durante las deliberaciones,pues muchos revelaron deseos de mantener relaciones sexuales;rechazaban la obediencia,creían poco en las Sagradas Escrituras,no querían oír misa diaria,el latín debía suprimirse,diálogo superior-alumno,apenas confesión,Rahner como principal teólogo,sólo en cuanto a la rebeldía,Eucaristía como devoción medieval,estudiantes afeminados,apenas rezaban... por lo que se llamaron a seis psiquíatras,y se acordó quemar los registros y actas de sesión.
Siendo profesor en Ciudad Rodrigo (años 1963-65),Salamanca,España,un matrimonio amigo tenía un hijo con vocación de jesuita,e ignoro si ingresó en la Orden,pues al año siguiente me marché a Colombia,y no regresé más a esa ciudad,excepto una vez de paso,como turista.Ignoro pues si ese chico habrá sido uno de los jesuitas de que hablo,en cuyo caso no sé cómo habrían reaccionado sus padres,no sólo muy católicos,sino industriales;el padre era dueño de una fábrica de harinas.
En agosto de 1966 treinta jesuitas ignacianos,durante una reunión en la casa matriz,el santuario de Loyola,redactaron un manifiesto,y se lo enviaron al padre Arrupe:reclamaban la tradición.Inundaron después la Santa Sede con reclamaciones,y lo que lograron es que Pablo VI comenzara a hablar de descomposición del ejército a partir de 1967.
Puede ser que los jesuitas norteamericanos recuerden que Roma fue un gran burdel de sus tropas al final de la II Guerra Mundial,pero la verdad es que el plan de Vicent O¨Keefe puede interpretarse como intento de des-romanizar a la Iglesia católica en los Estados Unidos:eliminar la tradición,nada de censura,trabas contra el control de natalidad,educación sexual desde los jardines de la infancia.Con lo que es comprensible el éxito que tuvo Roger Gaurady cuando fue a predicar por allí el diálogo y aproximación cristiano-marxista.
Un documento reservado de una Comisión Interprovincial de España,fechado en Madrid en 1966,reduce el combate contra el ateísmo al ámbito de las injusticias sociales que en los países en desarrollo disponen a muchos a recibir las doctrinas ateas unidas a los programas de revolución social.Los Provinciales constituyeron entonces una comisión dirigida por José Gómez Caffarena,que era ya por entonces de los primeros líderes españoles del clan de izquierda.Dictaminó por eso que el ateísmo marxista ya no era el principal enemigo,sino el positivista y pragmático;y,con Rostenne,que el marxismo es el pecado colectivo y objetivado del cristianismo moderno.No es pues de extrañar que el PSOE subvencionara la institución Fe y secularidad que fundó Caffarena tras su victoria electoral de 1982.
La Conferencia de Santa Clara fue una idea de los Provinciales estadounidenses al planificar la creación de un Instituto para la Formación de los jesuitas.Designaron un comité de doce jesuitas que preparara esa Conferencia,y cuatro de ellos abandonaron después la Orden.El comité admitió a cuarenta y ocho delegados jesuitas,diez de los cuales abandonaron la Orden.Los 72 miembros de la Conferencia representaban a unos ocho mil jesuitas.La Conferencia duró dos semanas,a partir del 6 de agosto de 1967,y de sus 72 miembros abandonaron la Orden 22.Pero lo curioso es que representaban a ocho mil jesuitas,y en 1995 hubieran representado a menos de la mitad.El Provincial y Asistente regional de esta Conferencia apenas intervinieron en los debates,pero desde 1972 concelebraban la misa sin ornamentos sagrados.La Conferencia recomendó la formación de los jesuitas jóvenes en contacto con la cultura secular y la comunicación con los no creyentes.Su formación teológica debía centrarse en el ateísmo y humanismo secular.Y una vez aceptado un jesuita en la Compañía,los ideales debían acomodarse en lo posible a su capacidad.No gustó mucho a esta Conferencia el voto y la castidad:para que un hombre ame a Dios debe poseer capacidad de amar,que se desarrolla en la expresión del amor humano.Se pusieron en práctica esta recomendaciones,y se practicó homosexualidad y bisexualidad.La obediencia era cuestión de diálogo,y la oración flexible e individual,dirigida al Cristo viviente,ahora presente en su pueblo.La asistencia o celebración de la misa sería contraproducente si se convierte en problema de disciplina.Pero los jesuitas sí tenían que participar en dinámicas de grupo o en sesiones de sensibilidad:lavados de cerebro.El padre Arrupe no asumió el conjunto de conclusiones,pero la Conferencia influyó en los movimientos juveniles de rebeldía de 1968,por lo que los jesuitas se adelantaron a los tiempos.En 1968 Daniel Berrigan,jesuita,y un hermano religioso,encabezaron un asalto a la oficina federal de reclutamiento en Cantonsville,y quemaron varios archivos con tarjetas para el servicio militar.Estaba en libertad bajo fianza cuando voló a Hanoi para participar en una campaña de propaganda contra los Estados Unidos.Sentenciado a tres años de prisión,pasó a la clandestinidad hasta que fue detenido e ingresado en la cárcel de Danbury diecisiete meses.En 1980 destruyó el cono de un misil nuclear en Pensilvania.En sus manifestaciones públicas fustigaba a la Compañía de Jesús como momificada,irrelevante y esclerótica,lo que no le impidió permanecer en ella,mientras muchos jesuitas de su edad la abandonaban.Berrigan es un anarquista más que un marxista,que compara a Ho Chi Minh con Jesús y con San Ignacio de Loyola.Con todo se siente jesuita mártir.

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