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Las puertas del infierno (XIV)

Tres libros u yb lector
XIV.- Las puertas del infierno (XIV)

A pesar de que 450 obispos,Padres en el Concilio,hicieron lo posible por que el Concilio condenara el comunismo,de acuerdo con el pacto que ya conocemos el Concilio no lo condenó.Pero la disputa puso de manifiesto que,si bien la mayoría respetó el pacto de Metz,en que se acordó que el concilio no condense el comunismo,la inmensa minoría logró que Pablo VI enviase una orden a la Comisión Conjunta para que incluyera en el documento sobre la Iglesia y el mundo moderno una nota a pie de página en la que se reconocía que los cambios se habían introducido para aludir a las condenas contra el comunismo y el marxismo por los Sumos Pontífices.
Capítulo 9: La deserción de la Compañía de Jesús
Sección 1: Cuando y cómo entran en crisis los jesuitas
La crisis de la Compañía de Jesús se consumó en la Congregación General XXXII de 1974,cuando adoptaron la opción preferencial por los pobres,que interpretaron como servicio de la fe y promoción de la justicia.En 1991 su revista Razón y fe publicó un artículo inconcebible,cuyos subtítulos son expresivos:Jesuitas:lo que no son.San Ignacio de Loyola no fue un soldado;la Compañía de Jesús no es una milica;los jesuitas no son un bastión antiprotestante.
Pero hay quien retrotrae la crisis a los años cuarenta,aunque sea más apropiada iniciarla en los sesenta,cuando los alumnos de los primeros cursos comenzaron a pedir aulas de debate sobre cuestiones internas,públicas y políticas.
El 21 de noviembre de 1939 Pío XII había advertido ya signos de inquietud en las órdenes religosas,y publicó su constitución apostólica Sponsa Christi para evitarlas.
Su encíclica Humani Generis (1950) también habla de las desviaciones en la enseñanza y profesión de la teología,y entre estas desviaciones podemos citar las tesis del padre Tyrell,S.J. e incluso de Pierre Teilhard de Chardin,jesuita también.Inició la Nueva Teología Karl Rahner,S.J. durante sus años de enseñanza en Innsbruck (1949-63),pues a partir de él los jóvenes jesuitas entraron en contacto con la filosofía moderna,especialmente Hegel,Nietzsche y Heidegger,que malformaban el sentido teológico de lo sobrenatural.Se trata pues de crisis católica,pero no cultural.
El teólogo católico J.B. Metz inició después la Teología Política,politización de la teología en sentido socialista.El teólogo protestante Jürgen Moltmann añadió la teología de la esperanza del pensador marxista Ernst Bloch,y por eso hemos dicho que fue antecedente de la teología de la liberación,tan pronto jesuitas como Jon Sobrino entraron en contacto con la Escuela de Frankfurt.
Los jóvenes jesuitas de esta época estaban pues imbuidos de existencialismo y progresismo, de internacionalismo socialista y comprensión por la nueva teología protestante.Se discutió también el voto de castidad,y cuando estos jesuitas fueron profesores (José María Díez de Alegría por ejemplo),se enseñó modernismo,con tesis que coinciden con las mías:no hay lugar para la inspiración divina de las Sagradas Escrituras,ni tampoco para el magisterio de la Iglesia.Era un claro acercamiento a la exégesis desmitificadora y racionalista de los protestantes modernos,que en mí fue ya negación total de las que llamo religiones inventadas por el ser humano.Y como yo inicié estas ideas en 1955,conviene que recuerde que Lyonnet negaba en 1956 el pecado original.Yo todo el catolicismo,y todas las religiones creadas por el ser humano hasta la fecha,que se basen en Textos Sagrados (literarios,inventados).
El Concilio intentó poner orden con la Constitución Dei Verbum,pero yo ya estaba entonces mentalmente fuera de la Iglesia,y los jesuitas dentro como heterodoxos,pues incluso coincidían conmigo en negar la divinidad de Jesús,que no de Cristo,puesto que Cristo es precisamente el nombre divino de Jesús.
La opción preferencial por los pobres fue pues opción por la política marxista,y ahí volvimos a distinguirnos jesuitas y yo,porque yo abandoné las creencias religiosas sin adoptar las marxistas.
Aunque la teología de la liberación haya sido iniciada por Gustavo Gutiérrez,no se distingue pues mucho de las tesis que ya defendió,po ejemplo,el jesuita Luis B. Twomey en Norteamérica.
Cuando la universidad Nacional de San Salvador fue prácticamente dominada por los comunistas,se creó la Centroamericana,y se entregó a la Compañía de Jesús.Pero hacia 1971 el gobierno salvadoreño patrocinó una conferencia sobre reforma agraria,y el jesuita Luis de Sebastián logró orientarla en sentido revolucionario más que reformista.Sebastián abandonó la Orden,pero su obra fue continuada por Jon Sobrino e Ignacio Ellacuría,que conexionaron la UCA con el Institute of Social Order.Luego repetirían la misma conexión los jesuitas de Nicaragua,por lo que estos jesuitas vinieron a cumplir la consigna del padre Llanos,S.J. cuando era anticomunista:infiltrémonos;y se infiltró tan bien,que terminó en el Partido Comunista español.
Cuando el padre Pedro Arrupe fue elegido General en 1965 su principal consejero para asuntos de América Central y el Caribe fue el padre Fitzpatrick,S.J.,responsable de inclinar a buena parte de la opinión pública norteamericana a favor de las guerrillas marxistas-leninistas.Y como también fue consejero del padre Arrupe César Jerez,S.J.,conviene recordar que se adhirió al marxismo durante sus estudios en la universidad de los jesuitas Rafael Landívar,en Guatemala,y después en la de Chicago,donde estudió ciencia política con Hans Mergenthau.
Fitzpatrick y César Jerez han sido considerados héroes en algunos sectores universitarios de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos.Y como jesuitas holandeses y norteamericanos aprobaron en 1972 el documento revolucionario maoísta distribuido en Cuba en 1959,a raíz del triunfo de Fidel Castro,se explica todo lo que he dicho con esta propuesta que publicó la principal revista interna de los jesuitas:la planificación nacional de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos debería,tras el ejemplo de Cuba,convertirse en una planificación internacional.Hacia la convergencia de problemas en todas las zonas del mundo en torno a un tema único:la construcción,en diferentes tiempos y formas,de una sociedad mundial comunista.
Sección 2: La toma del poder por el clan de izquierdas,y la elección como General del padre Arrupe
El padre General Juan Bautista Janssens,que rigió la Compañía de Jesús desde el fin de la II Guerra Mundial,murió el 5 de octubre de 1964,durante la tercera sesión del Concilio Vaticano II.Bajo su mandato se incubó pues la crisis,como hemos visto,y para que veamos sus efectos hay que recordar que por entonces los jesuitas eran unos 35.788,la tercera parte de ellos dedicados a la enseñanza en más de 4.600 centros,con cincuenta mil profesores no jesuitas,pero controlados por ellos,y unos 1.250.000 estudiantes.Sólo en los Estados Unidos regían los jesuitas 52 centros de enseñanza media y 18 universidades.
El 7 de mayo de 1965,durante el último período interconciliar del Vaticano II,Pablo VI dirigió un discurso a los 224 delegados elegidos por las 89 Provincias y Viceprovincias de la Compañía de Jesús.No lo resumo,pero es lo contrario a lo que publicó la revista española Razón y Fe en 1991.
Pasemos pues a la Congregación General XXXI que eligió General al padre Pedro Arrupe,S.J.
Provincial de Japón desde 1958,fue propuesto por los delegados de izquierda como candidato de consenso,pues ya fue antifranquista en los Estados Unidos,y por estas fechas sentía incluso complejo de ser español.Era virtuoso,con inclinaciones incluso mesiánicas.Se había comportado heroicamente en 1945 con las víctimas de Hiroshima,aunque después fuera mal gobernante:débil y desorientado.
Los cuatro Asistentes generales de esta Congregación fueron:1)Paolo Dezza,del que los izquierdistas hicieron correr el rumor de que perdería la vista en dos años;2)Vincent O´Keefe,presidente de la universidad de Fordham,adicto a la teología política y liberal de izquierdas;3)John Swain,vicario general,de línea parecida a O´Keefe;4)Andrew Varga,provincial de los jesuitas húngaros residentes en Nueva York,y controlado por O´Keefe;y 5)Jean-Yves Calvez,autor de un libro sobre el marxismo que conocían todos estos cristiano-marxistas.
Los doce Asistentes regionales elegidos ya por el padre Arrupe,con asesoramiento de los Asistentes generales,eran también más o menos izquierdistas.Y entre los Asistentes españoles fue elegido delegado Ignacio Iglesias,que se constituyó en codirector del clan de izquierdas,junto a O´Keefe.Los jesuitas ignacianos se atuvieron al precepto de no formar banderías dentro de la Orden,pero el clan marxista era marxista,y su objetivo era cambiar la opción preferencial por el Papa en opción preferencial por la justicia:por la política de izquierda.
La Congregación revisó prácticamente todos los aspectos de la vida,formación y apostolado de la Orden;unos deseando cambiar todo,y otros sólo cambios de apariencia.Esta división motivó que todo se confiera a definidores,para que trabajasen sobre estos asuntos bajo la dirección del General.Sólo pudieron ponerse de acuerdo en que la Congregación General XXXI pidió a los jesuitas que se dedicasen a la promoción de la justicia social,pero con prudencia... Era una opción antimarxista que desagradó al clan de izquierdas,y algunos delegados pidieron clarificación de lo que significaba el Cuarto Voto a mediados del siglo XX,asunto que tampoco se resolvió.Ni sobre la devoción al Corazón de Jesús.No decidieron ni siquiera si mantenían o no la lectura durante las comidas.
En la misa concelebrada en la Capilla Sixtina el 16 de noviembre de 1966 Pablo VI volvió a sentirse carisma de verdad,pidiendo que la Orden fuese lo que había sido siempre.Pero el padre Arrupe se sentía mesiánico:no sabemos dónde vamos,pero seguimos una llamada.

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