Blogia
rgjimenez

En torno a la posmodernidad

Naderías metafísicas
XXXII.- En torno a la posmodernidad

Así se titula el ensayo de G. Vattimo y otros,de 160 páginas,que voy a resumir y comentar.
Decir que la modernidad ha concluido,y que nuestra era es posmoderna por ser de comunicación generalizada,no me parece muy correcto.Moderna es toda era histórica actual,y por muchos medios de comunicación que tengamos,son característicos de nuestra modernidad.
El error de Vattimo y Cia. procede pues de que llamamos edad moderna a la que comenzó en el siglo XV,y contemporánea a la posterior a la Revolución Francesa.Con lo que sociólogos y filósofos,que no son exactamente historiadores,aciertan al no llamar modernidad a la historia que comenzó en el siglo XV,pero no al hablar de postmodernidad,ya que sería historia futura.
Ni siquiera hay pues identidad entre modernidad y edad contemporánea,pues debemos considerar modernidad el estudio sociológico de los años que vivimos.
Vattimo no tiene pues razón cuando afirma que la modernidad deja de existir cuando desaparece la posibilidad de seguir hablando de la historia como una entidad unitaria.La narremos como la contemos,la historia debe tener unidad,comenzar con las eras más antiguas de las que tengamos conocimiento,y terminar en la actualidad.Digamos pues que no es correcto ya llamar edad moderna a la que se inició con el Renacimiento,ni identificar modernidad con edad contemporánea. Majadería pues la de Walter Benjamín,al decir que la historia se ha concebido como unitaria porque ha sido construida por las clases sociales dominantes.La historia la escriben los historiadores,aun en el supuesto de que la hagan las clases dominantes.Son pues los historiadores,y no las clases dominantes,los que crean los que sí pueden llamarse hechos relevantes.
Y como es imposible narrar la historia con unicidad para todos loa habitantes del planeta,sí es factible que se siga narrando por naciones,o incluso por civilizaciones.En este sentido sí se puede aceptar que no existe una historia única.
Incluso suponiendo pues que cada nación avanza históricamente mejorando sus comportamientos sociales,y llamando a ese avance de perfección progreso,tal progreso no es efectivamente unitario,pues historia y progreso vuelven a ser característicos de cada civilización,entendiendo por civilización ahora la similitud histórica entre naciones más o menos vecinas,y teniendo también en cuenta el imperialismo que hayan practicado.Existe pues civilización occidental por la impronta colonizadora de algunos países europeos en América,e historia europea por la similitud de todas las naciones que conforman Europa.
La historia no ha sido pues nunca unitaria ni centralizada,aunque sea verdad que el fin del colonialismo haya aumentado la pluralidad de historias nacionales.Pero el colonialismo no fue modernidad,si por modernidad entendemos la actual.La irrupción de la sociedad de la comunicación no terminó pues con la modernidad,aunque sea un elemento primordial y capital de nuestra modernidad.Sociedad transparente tampoco es sociedad moderna,y como ya he dicho que la sociedad postmoderna es utópica,por referirse a sociedad futura,filósofos y sociólogos aciertan cuando se refieren a tópicos,como el que los medios de comunicación homologan,sin que esa homologación tenga que ser dictadura.
Marxista,o mejor postmarxista,es todo intelectual que ve gran capital en todo,y llama libertad a no atenerse a la realidad y objetividad,para ser así más transparente.Llama así Gianni Vattimo realidad a la interpretación (subjetiva) que cada medio de comunicación hace de la realidad (objetiva),llegando a tesis tan peregrinas como la de que en una sociedad de medios de comunicación la emancipación es plural,o que metafísica es reacción violenta ante situaciones de peligro.
Son tal vez estos marxistas los que pierden el sentido de la realidad,ven neurosis irreales,y llaman emancipación a la liberación de las diferencias,al mismo tiempo que constatan que los medios de comunicación han servido para el predominio y/o protagonismo de minorías étnicas,sexuales,religiosas,culturales o estéticas.
A este modo propio de ser llama G. Vattimo racionalidad local,exagerando que vivamos en mundos múltiples,en continua oscilación entre pertenencia y desasimiento.Ignorando o confundiendo incluso la metafísica pragmática que los griegos clásicos practicaron entre ser y devenir.
José María Mardones también acepta lo del postmodernismo,que identifica con la discontinuidad o diferencia del grupo,frente a la visión más social del Renacimiento y de la Ilustración.Basándose en Habermas va a llamar también neoconservadores a los postmodernos,dudando si somos seres humanos,o sólo miembros del grupo,porque J.F. Lyotard haya confundido unicidad (la social) con pluralidad (la de cada grupo social).
Es verdad que los derechos que se conceden hoy día a las minorías obligan a la mayoría a basarse en el consenso,pero el peligro vendrá si desaparece la mayoría,y sólo quedan imperantes las minorías.Por otra parte,aunque sea también verdad el mimetismo con el que se acepta lo norteamericano,por ser la nación y civilización técnica dominante,Norteamérica no es tan defectuosa como se dice en cuanto nación.
Lo postmoderno no está liquidando pues el sentido de la historia,entre otras razones porque lo postmoderno no es más que un error de ciertos intelectuales,aunque sean los que ocupan las cátedras y dan conferencias,publicando también libros.
No hay que negar la importancia que tiene el influjo de los que publican libros,pero hay que admitir también la evidencia de que la gran mayoría no los lee;y algunos que los leen los critican.Cultura no es pues,exactamente,la diversa opinión de los filósofos y sociólogos de una edad histórica determinada,y civilización lo es menos.Y no son las civilizaciones y culturas las que vertebran a los pueblos-naciones,sino sus instituciones políticas y constitucionales,lo que llamamos Estado.Algún que otro escritor puede pues decir que “el fin de la unidad de la historia y fin de la ética se dan la mano”,pero algunos o muchos lectores no estamos de acuerdo con este aserto,y repito que encima la gran mayoría de la sociedad no lee.
Las tecnologías de la información,al menos de forma objetiva,no están pues “disolucionando la historia”,aunque venga a decirlo Baudrillard.
Iñaki Urdanibia,posmoderno también,entiende la postmodernidad como el folklore de la sociedad postindustrial,como si la era actual no estuviera industrializada,aunque el término no es suyo,sino de Touraine.No quiere ver historia en su posmodernismo,sino alusión a “lo que ya no marcha bien en la modernidad”.El problema es que muchos sí vemos historia,y no llamamos modernidad a la del siglo XV,sino a la de nuestros días.Considerando pues moderna a la edad contemporánea,acepta que Henri Lefevre la identifique con la revolución antiburguesa,hace un pequeño recorrido por el arte,y se une a Vattimo para iniciar la posmodernidad filosófica con Nietzsche.Se une después a Lyotard,para precisar que posmodernidad es el estado de la cultura después de las transformaciones que han afectado a los juegos de la ciencia,de la literatura y de las artes a partir del siglo XIX,por lo que lo posmoderno es la infancia de lo moderno.Y como hasta la arquitectura es postmoderna,contextual,Iñaki Urdanibia acepta también que la postmodernidad sea desconstrucción.
Manuel Fernández del Riesgo ve modernidad en la revolución científica y el desarrollo de las ciencias experimentales (Max Weber),y en el liberalismo,para terminar afirmando que la modernidad es hija de la secularización,el consumo y el hedonismo contemporáneo.
Michel Maffesoli comienza hablando de ética y moral,y viene a llamar posmoderno la unión entre la ética y la estética,el vitalismo,la socialidad como solidaridad orgánica de la dimensión simbólica.
Fernando Savater ve posmodernismo en la crítica de la Ilustración,y quiere ser original hablando del pesimismo ilustrado,cuando el pesimismo que estudia es el de Spinoza,Schopenhauer y Nietzsche.
Josetxo Beriain comienza con el desencantamiento de Max Weber,y el crepúsculo de los dioses de Nietzsche,continua con la transvaluación de Marx y Freud,y termina con el cinismo de Heidegger.
Patxi Lanceros vuelve a la condición posmoderna de Lyotard,para terminar con el carácter destructivo de W. Benjamín y el fin de la historia que iniciaron Adorno,Horkheimer y Marcuse.
Por último Andrés Ortiz-Osés comienza con críticas a la Ilustración,racionalismo y progreso;continua con la manipulación nazifascista del romanticismo cultural;alude a los vacíos esculturales de Oteiza;se detiene en Schelling,y termina valorando la cultura romántica.

0 comentarios