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Verborrea profesoral

Naderías metafísicas
XVII.- Verborrea profesoral

Norberto Álvarez González debe ser profesor numerario de filosofía del derecho en la Universidad de Alcalá de Henares,y como ya se asciende en la carrera docente por publicaciones,se ha hecho publicar por el servicio de publicaciones de dicha universidad varios ensayos,habiendo caído en mis manos Cuatro estudios sobre libertad,que es el que voy a resumir y comentar.
Si en clase no tiene ideas más claras,pobres alumnos;pues dice en 124 páginas lo que se puede decir en tres o cuatro,citas excluidas.Y ni siquiera tiene que ver nada con la libertad el cuarto escrito,por lo que ni el título es cierto.
Voy pues a resumir su ensayo,escrito por escrito.
1. Impulso y miedo a la libertad:
La libertad no es tanto un poder decidir como un poder hacer.Sólo hay pues libertad si a la voluntad le es posible realizarse en la dirección que desea.El primer elemento por tanto de la libertad es la voluntad,pues sin voluntad no hay libertad ni opresión.
Schopenhauer afirmó que sólo es libre quien puede hacer lo que desea,y puede aceptarse que el ser humano anhela la alternativa que más le atrae.Pero libertad no es poder hacer lo que quiero,sino más bien desearlo.
La teoría constitucional llama libertades públicas a un conjunto de derechos que se suponen necesarias para la felicidad humana,y es cierto que no somos libres sin los medios para realizar nuestros deseos.Más problemático es que el ser humano tienda siempre al bien,aunque puede admitirse en abstracto,y por eso nos remuerde la conciencia cuando obramos mal.
La libertad no conlleva pues los medios necesarios para lograr lo que queremos,y por eso muchas veces se ve incluso gravemente coaccionada nuestra libertad,y puede admitirse que,como sucede con la inteligencia,los animales posean libertad,aunque en grado menor que el ser humano.
Por cuanto un pueblo o nación es una colectividad humana,disfruta del grado de libertad que posean el conjunto de sus ciudadanos.
Libertad no es felicidad,por lo que si bien hemos progresado en libertad colectiva o constitucional respecto a la edad media,por ejemplo,no por eso nuestras sociedades actuales son más felices.
Puede admitirse que tolerancia sea posibilidad colectiva de decidir,bajo una mayor o menor responsabilidad del Poder constituido.La tolerancia aumenta por tanto el grado de libertad,aunque el poder de decisión de muchos actos no está en manos de los individuos,sino del Estado.
Un estudio sobre la libertad no supone el estudio previo del control de las masas por las élites,lo que supone admitir grados de libertad en una sociedad,según la cultura o poder adquisitivo de sus conciudadanos.Y por cuanto existen o pueden existir muchas coacciones a la libertad individual por parte de otros ciudadanos,no es de extrañar que en muchos supuestos se prefiera el orden público,o incluso la prosperidad material,a la libertad.No podemos sin embargo aceptar la tesis de que el “hombre masa” de Ortega y Gasset prefiera sentirse dirigido,si bien es cierto que posee menos conciencia de libertad.
Decir pues que la masa no quiere libertad es exagerado,pero sí podemos admitir que el ser libre es más valioso que el esclavo;también más feliz.
Por supuesto,la libertad presupone responsabilidad,que la distingue del libertinaje.No existe mucha relación entre libertad y virtud,y tampoco es verdad,en su totalidad,que la historia del ser humano sea la historia de su lucha por la libertad.
2. Deber moral y libertad:
Deber moral es,efectivamente,la limitación del comportamiento,de alguien o de varios,en beneficio de otro u otros.Es objetivo,en cuanto suele ser impuesto por normas o leyes;y subjetivo porque,aceptadas esas imposiciones,1)existen deberes que nos autoimponemos,2)es el individuo el agente del deber.
En el origen o fundamento del deber hay siempre cierto valor moral,y por tanto existen relaciones entre deberes morales y ética.Pero no es el miedo a un rechazo social por haber conculcado un valor ético lo que genera un deber,aunque sí ayude a cumplirlo;pues una cosa es el deber moral,y otra su cumplimiento.
El deber no es pues un mero sentimiento,y no hay por qué relacionar el deber con lo placentero,aunque el cumplimiento del deber produzca placer o felicidad.En el niño puede aparecer la moral por miedo al castigo o por el amor a los educadores,pero en los adultos debe primar la autorresponsabilidad,sin que debamos calificar la satisfacción por el deber cumplido de sentimiento erótico.
El cumplimiento del deber es signo de sociabilidad,y entregar el dinero a un atracador que nos lo exige no es efectivamente un deber,y ni siquiera una obligación:es un acto involuntario.
3. El pudor como interés protegible:
Pudor es deseo responsable de atenernos a la moralidad,especialmente sexual,que nos han inculcado culturalmente,y aunque su incumplimiento nos avergüence,no hay que concebirlo como miedo al rechazo social cuando lo incumplimos.El pudor es así un deber moral,y nos vestimos por pudor,aunque más por frío.No creo que la sociedad haya regulado el pudor por causas económicas,y la monogamia o poligamia son más imposiciones religiosas y culturales que deseos,aunque es cierto que la poligamia musulmana fue instituida por causas económicas:que cada esposo tuviera las esposas que pudiera mantener.
En un estudio del pudor no hay por qué incluir la homosexualidad,que no es más que apetencia sexual hacia otro ser del mismo sexo,en el pasivo por inclinación natural,y en el activo más bien por recuerdo del placer recibido.Mas,por supuesto,el joven homosexual puede sentir tanto pudor como el heterosexual,o quizá más,porque a la privaticidad del comportamiento sexual se añade el rechazo familiar y social,por más que la vayamos aceptando.
El pudor no nace pues de la necesidad o conveniencia de controlar sexualmente a la mujer,sino de la educación,pues evidentemente hay actos y comportamientos sexuales que no deben ser públicos.
Ni siquiera debe ser considerado pues el pudor producto de la represión sexual,y la veracidad del catolicismo vuelve a ponerse en evidencia en esta frase de Clemente de Alejandría:“toda mujer debería enrojecer de vergüenza sólo de pensar que es mujer”.Aunque la causa de este despropósito la explique Tertuliano:“tú eres la puerta del infierno,tú fuiste la que rompió los sellos del árbol vedado;tú la que primero violaste la ley divina;tú la que corrompiste a aquél a quien el diablo no se atrevía a atacar de frente;tú finalmente fuiste la causa de que Jesucristo muriera”.
Esta cultura judeocristiana ha sido pues responsable en gran parte de la opresión histórica de la mujer,sin que sea lícito atribuirla a causas económicas,pues la economía nació con el matriarcado.Cierta es también la menor libertad sexual de la mujer respecto al hombre,pero no debemos olvidar que la mujer nace con virgo,con virginidad por tanto.El pudor no tiene pues por qué hacer ansiosa,tímida o medrosa a la niña,ni traumatizarla,y los Evangelios no han sido escritos por Jesús.La frase de San Pablo,mejor es ser casto que casado,pero quien no pueda que se case,hay que referirla más al clérigo que al laico.No es cierto que los esenios consideraran impura toda relación sexual,puesto que su comunidad estaba formada por monjes y laicos,la mayoría de los laicos casados;y precisamente eran los laicos los que se ocupaban de la economía de la colectividad,para que los monjes pudieran dedicarse exclusivamente a la contemplación,la oración y la interpretación personal de las Sagradas Escrituras (Antiguo Testamento).
4. La izquierda entre el fracaso y la esperanza:
Es de izquierda quien desea un cambio más o menos marxista de la sociedad,y por tanto ser de izquierda es o supone pertenecer más al siglo XIX que al XXI.
La socialdemocracia se ha liberado ya del marxismo,y por tanto está en medio del capitalismo y del comunismo,entendiendo por capitalismo el del siglo XIX,y por comunismo el del siglo XX.Pero la socialdemocracia no ha dejado de ser ante todo económica,estando más bien a su izquierda cuantos se preocupan por conflictos ecológicos,belicistas,racistas,feministas e incluso sexuales.
La gran propiedad ha asumido efectivamente muchos principios socialdemócratas,y si fuese verdad que la izquierda está destuída,y la extrema izquierda ha desaparecido,no iba a llorar por ello.
El actual sistema capitalista no necesita ya de una pseudoizquierda que le haga creíble,si bien siempre he defendido la substitución del capitalismo y sindicalismo,igualmente egoístas,por una economía de mercado que produzca bienes de servicio con base en la hermandad entre capital y trabajo,considerándose el interés al capital (entre el 4 y el 8 por ciento) gasto empresarial.
No creo pues que el capital se infiltre en partidos y organizaciones de izquierda,ni que ésta sea tan débil e inoperante como dice el profesor que resumo y comento,a no ser que entienda por izquierda la que veneraba a la guerrilla vietnamita,o legitimaba el terrorismo.No toda la izquierda actual es pues pragmática,aunque sea cierto que se ha llegado a cierta simbiosis entre derecha e izquierda,por causas electorales.

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