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La Ciudad Ideal (II)

Naderías metafísicas
VI.- La Ciudad Ideal (II)

El Uno divino del filósofo y el Dios del creyente,por su simplicidad,no pueden tener operaciones en plural.De aquí que existan dos realidades radicales:Dios y el mundo.Si el primero era el Ser Único,principio y causa primera de todas las cosas,el segundo es un cosmos jerárquico estructurado del modo siguiente:a)las causas segundas,inteligencis de las esferas;b)el intelecto agente;c)las almas;d)las formas y e)la materia.Los cuerpos resultantes comprenden seis géneros:1)cuerpo de las esferas celestes;2)animal racional;3)animal irracional;4)vegetal;5)mineral y 6)los cuatro elementos.A su vez los géneros se ordenan en diversas especies,las formas se dividen en materiales e inmateriales,las almas en celestes,racionales,sensitivas y vegetativas;y dentro de las especies los individuos se ordenan según su mayor o menor grado de ser.Este es el camino universal de descenso del ser.
Esta concepción del cosmos obliga a al-Färäbï a prescindir del infinito.El maravilloso orden del universo ha nacido de la necesidad de comunicar el Uno Divino con los seres concretos.Aristóteles había establecido un paralelismo entre su Dios inmóvil y eterno y la materia eterna también.Al-Färäbï,para romper dicho dualismo,hace derivar la materia del acto creador divino:todo procede de Dios en tanto que conoce su propia substancia y sabe que de ella proceden las cosas.El conocimiento divino,por tanto,es la causa de la existencia de las cosas.La estructura interna del cosmos físico consiste en un sistema de diez inteligencias motoras del conjunto de esferas concéntricas,en cuyo centro está situada la Tierra,y en torno de la cual giran las otras con movimiento circular y eterno,engendrado en cada una de ellas por la inteligencia de la esfera inmediatamente anterior.Este movimiento celeste tiene por causa el deseo de perfección intrínseco a cada una de las esferas,que quieren parecerse lo más posible a sus respectivas inteligencias motoras;y al mismo tiempo y de un modo mediato,estas inteligencias tienden hacia el Ser Primero,moviéndose todo el cosmos por este amor de perfección universal.La décima inteligencia es la engendradora del mundo terrestre,constituido por las combinaciones de los cuatro elementos materiales.La décima inteligencia que opera sobre el mundo terrestre es el intelecto agente,creador del mundo elemental y causa de la unión de la materia y la forma,mediante una operación intelectual,que consiste en pensar las esencias separadas de las cosas.
En él residen las formas que descubrimos en las cosas;mueve a estas formas y al alma e intelecto humanos para conducirlos al conocimiento.Pero mientras que en relación consigo mismo existe siempre un acto,en relación con el mundo material tiene limitada su acción,tanto por la pasividad de la materia,como por las influencias celestes.Por tanto,cada uno de los seres limita su campo de acción a su clase o grupo.Ninguno de los seres creados puede librarse de su destino concreto,lo que obliga a al-Färäbï a afirmar que hasta los animales dañinos y las plantas venenosas deben tener algún fin.El problema del mal físico es inherente a la constitución ontológica del universo.
Entre los seres del mundo terrestre encontramos al hombre,que posee alma e intelecto.La primera la compartimos con los otros seres vivos,pero poseemos su grado más alto,pues las clases o grados del alma son tres:1)el alma vegetativa,propia de las plantas,y a cuyo cargo están las funciones de conservación y reproducción;2)el alma sensitiva,típica de los animales,que controla las funciones motrices,y 3)el alma racional,específica del hombre,que dirige las funciones aprehensivas que tienen lugar mediante los sentidos externos (vista,oído,olfato,gusto y tacto) e internos (imaginación,que se llama estimativa en los animales y cogitativa en el ser humano,sentido común,discernimiento y memoria).Las funciones específicas del cuerpo están dirigidas por el corazón,que es respecto de aquél lo que la facultad racional respecto al alma.El corazón produce una especie de fluido que recorre todo el cuerpo,transmite el calor vital y controla el funcionamiento del cerebro,que dirige el sistema nervioso que por medio de los nervios ordena el movimiento de los músculos.Por tanto,también el cuerpo humano refleja admirablemente el orden del universo;y al-Färäbï lo compara con una ciudad jerárquicamente organizada.Pero el auténtico principio rector de todo el organismo humano es el alma,forma del cuerpo concreto.
La parte superior del alma humana es el intelecto,a cuya concepción ha dedicado al-Färäbï largos estudios,que podemos sintetizar de la manera siguiente:
A) Sentidos prefilosóficos:
- sentido vulgar:inteligencia
- en los mutakallimies:razón
B) Sentidos pregnosológicos:
- especulativo:luz natural
- práctico:prudencia
C) Sentidos gnolológicos:
- intelecto en potencia
- intelecto en acto
- intelecto adquirido
- intelecto agente
D) Sentido metafísico:
-inteligencia separada
El intelecto en potencia es la posibilidad de recibir toda clase de formas,y se comporta como materia respecto del intelecto en acto,que sería la forma,y que a su vez es informado por el intelecto adquirido.El intelecto en acto es la realización de las posibilidades del intelecto en potencia mediante la recepción de los inteligibles.Cuando el intelecto en acto se ha perfeccionado por su constante acción,se alcanza el intelecto adquirido,en el cual los inteligibles separados se hacen formas de nuestro entendimiento.Para actualizar el intelecto en potencia tiene que intervenir el intelecto agente,mediante la abstracción de las formas sensibles,convirtiéndose en intelecto adquirido,actuando como una luz que hace inteligibles en acto los inteligibles en potencia,e intelecto en acto al intelecto en potencia.
El conocimiento humano sigue así un camino ascendente de perfección,que va desde las formas sensibles despojadas de materia,a los inteligibles puros y a las formas abstractas.En este proceso el intelecto posible sirve de materia al intelecto en acto,y éste al intelecto adquirido;los inteligibles en potencia actúan como materia respecto de los inteligibles puros,y éstos respecto a las formas abstractas.Pero lo que al-Färäbï no ha dicho nunca es en qué consistía el concurso del intelecto agente,ya que el conocimiento humano puede alcanzar un grado más alto:la unión con el intelecto agente que se consigue por el esfuerzo intelectual,para llegar al fin más alto de su existencia.Las almas que lo consiguen pueden ser consideradas santas,y son capaces de recibir la revelación profética,bien durante el sueño o mediante un grado de concentración que deje libre nuestra imaginación;en este estado de éxtasis alcanzamos conocimientos extraordinarios que nos hacen proclamar la grandeza infinita de Dios,descubriendo cosas admirables que no existen en parte alguna del mundo sublunar.Si la facultad imaginativa de un hombre llega al extremo de su perfección,se hace posible que este hombre reciba en estado de vigilia,por medio del intelecto agente,hechos particulares presentes o futuros,con sus imágenes sensibles,las imágenes de las inteligencias separadas y de los seres superiores;al recibirlas adquiere la adivinación de las cosas santas,y éste es el más alto grado al que puede llegar la facultad imaginativa.

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