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España,plurinacional (LXI)

                España,plurinacional
                                               LXI.- La España de postguerra (3)
 

                La rebelión de octubre había culminado una tradición de violencias y atentados desde principios de siglo,con cimas como la Semana Trágica barcelonesa de 1909,el movimiento revolucionario de 1917,el pistolerismo de los primeros años 20,el pronunciamiento de Jaca en 1930,las oleadas de incendios,la serie de magnicidios desde Cánovas a Calvo Sotelo,o los cientos de atentados y choques sangrientos durante la II República.Sin duda Franco llegó a pensar como Melquíades Álvarez,Calvo Sotelo y Cambó (éste había propuesto pocas penas,pero cumplidas),y adoptó el método de Thiers de un escarmiento radical,aunque no por fusilamientos en masa,sino por vías judiciales.

                Tras la revuelta de 1934 Companys se había jactado de esperar la pena capital,a sabiendas de que no le sería aplicada;pero en 1939 ni él ni los demás líderes albergaban dudas sobre su destino si caían en poder de los vencedores.Por eso todos habían procurado cruzar a tiempo la frontera,sin previsión alguna para sus miles de seguidores implicados en el terror izquierdista,dejados atrás a merced de sus enemigos.
                En 1940 llegó a haber 250.000 personas internadas en prisiones y campos de concentración,lo que suponía una carga añadida a la de una economía desarticulada en medio país.Para aliviarla el gobierno recurrió a varias medidas:el 4 de junio dejó en libertad condicional a los condenados hasta seis años,saliendo a la calle decenas de miles de presos;el 1 de abril de 1941 extendió la medida hasta los doce años,con lo que los liberados fueron muchos más,y al año siguiente hasta los 20 años.Los conmutados de la última pena salieron también en su mayoría antes de seis años.Otro medio para reducir rápidamente el tiempo de reclusión fue la redención de penas por el trabajo,de carácter voluntario,con dos días de remisión por cada uno trabajado.En 1945 el número de reclusos superaba en poco al normal en la II República,aunque volvería a aumentar como consecuencia del maquis,la guerrilla organizada al terminar la guerra mundial por los comunistas.
                La suerte de algunos dirigentes ilustra la situación creada.El sabiniano Ajuriaguerra,uno de los fautores del pacto de Santoña,se había entregado en 1937.Recayó sobre él la última pena,pero le fue conmutada por prisión pepetua,y a los seis años dejaba la cárcel.Los nacionalistas vascos,a quienes el franquismo debía más de un beneficio,recibieron trato comparativamente bueno,y en 1943 todos o casi todos estaban en libertad,aunque entraron en prisión algunos nuevos,uno de los cuales,Luis Álava,fue fusilado.También se había quedado voluntariamente Besteiro,ejemplo casi único en las izquierdas.Pese a la simpatía que inspiró a sus jueces,le condenaron  a 30 años de reclusión por no haber hecho lo preciso para impedir el rumbo revolucionario de su partido.Seguramente habría salido pronto de la cárcel,pero,delicado de salud,contrajo una infección y murió a los pocos meses.
                Otros líderes huidos,como Zugazagoitia o el anarquista Peiró,tuvieron peor fortuna.Al ocupar Francia los alemanes,en 1940,fueron entregados a España.Zugazagoitia,de gran dignidad personal,había sido uno de los principales impulsores de la guerra civil en 1934,pero luego se había opuesto a Largo Caballero.En el gobierno de Negrín había aceptado un cargo tan comprometido como la cartera de Gobernación.En los meses de exilio tuvo tiempo de componer el libro Guerra y vicisitudes de los españoles,a ratos conmovedor,y fundamental para entender la guerra.Su sentencia a muerte fue cumplida,pese a haber salvado la vida a algunos derechistas destacados cuando fue ministro.En cuanto a Juan Peiró,ministro con Largo Caballero,había denunciado el terror de las izquierdas,recibiendo por ello amenazas de sus correligionarios,y había salvado la vida de numerosos derechistas.También su condena se ejecutó,pese a los abundantes testimonios a su favor,y en medio de una general desaprobación.Mejor le fue al más destacado jefe militar anarquista,Cipriano Mera,capturado en el Marruecos francés,en 1942.Condenado a muerte (que celebraron con una chocolatada los presos comunistas) fue indultado,y cuatro años después salía libre.
                Los nacionalistas catalanes sufrieron menos persecución que los revolucionarios,pero algunos de sus líderes,como Carrasco y Companys,fueron fusilados.Companys había sido,claramente,uno de los principales causantes de la guerra civil.En 1934 se había alzado en armas contra el gobierno legítimo,utilizando con dolo los medios legales puestos en su mano;en 1936 no había hecho nada por impedir la ejecución del general Goded,cuando se había rebelado contra el Frente Popular y fracasado;y había presidido la etapa de máximas violencias y secesionismos en Cataluña,en 1936-37.Huido a Francia,había intentado formar un Conseil Nacional de Catalunya,pero los nazis,al invadir Francia,lo detuvieron y lo devolvieron a España.
                Semetido a juicio militar,fue sentenciado a la última pena.Recibió la condena con calma.Aunque masón y anticatólico,pidió los auxilios espirituales de un capuchino,quizá por abundar los nacionalistas entre los miembros de esta orden (como también entre los capuchinos vascos).Finalmente le visitaron el capellán castrense y un jesuita.Se confesó,ayudó a misa y comulgó.Como última voluntad pidió,con cierto humor,pan con un chocolate que le gustaba mucho de pequeño,y tomó un par de copas de coñac.En la etiqueta de la botella firmó,remitiéndola al gobernador del castillo,en señal de gratitud por su trato,y regaló a su defensor,el capitán Colubí,los gemelos de oro de su camisa.Ante el pelotón mantuvo la misma dignidad.Al oír la orden de disparo gritó ¡Per Catalunya!.Muchos,en los dos bandos,habían muerto de forma semejante.Con él terminaba simbólicamente una época.Para los nacionalistas Companys ha quedado como un mártir,y su proceso como un proceso a Catalunya.
                Franco gozaba de una inmensa popularidad.Desde luego,le aplaudía la casi totalidad de las derechas,que se habían sentido al borde del despeñadero,y los despolitizados o indiferentes,anhelosos de paz y tranquilidad;incluso muchos enemigos suyos acogían su victoria con alivio,por el fin de la lucha y por la bancarrota moral de las izquierdas,que habían culminado la contienda matándose entre sí.Pese al apoyo popular que decían tener,los partidos derrotados,excepto el comunista,tardarían muchos años en sentirse con ánimos para reemprender la lucha en España.
                Se abría un nuevo período en la historia española,que iba a durar treinta y seis años.Franco y los suyos creían haber salvado a España de la revolución y de la disgregación,pero ante ellos se abría un futuro incierto,empezando por la necesidad de reconstruir un país medio devastado,y hacerlo con una carencia dramática de medios financieros,agravada por un fuerte endeudamiento.Durante la guerra,en las zonas que habían ido conquistando,los nacionales habían mantenido un funcionamiento económico aceptable,reflejado,entre otras cosas,en la escasa sobremortalidad por hambre y enfermedades,en contraste con el bando opuesto;pero el rápido final les obligó a afrontar una economía desarticulada en Cataluña y en la zona centro,aumentando las penurias en el conjunto.
                La contienda mundial empeoró aún la situación.Con el ejército nazi tras los Pirineos,Franco tenía tres poderosas razones para aliarse con Hitler:la gratitud por la ayuda recibida,la aparente invencibilidad germana,y el hecho de que el Führer no toleraría,si vencía finalmente,a un franquismo ingratamente neutral.Por el lado contrario,los ingleses,dueños del mar,semiestrangulaban el abastecimiento de España para recordarle el coste de una alineación bélica,haciendo de los años 40 y 41 los más duros y hambrientos de la postguerra,si bien no tanto como el 1938 en la zona izquierdista.
                Franco interpretó la guerra mundial como una doble lucha:entre las llamadas democracias y las potencias fascistas,en la que se mantendría neutral o no beligerante;y entre Occidente y la URSS,en la que llegó a participar con la División Azul,devolución de la visita de las Brigadas Internacionales y muestra,a su entender suficiente,de gratitud al Führer.En esa estrecha línea,haciendo difíciles equilibrios,corriendo muy serios riesgos,y con tentaciones ocasionales de romper la no beligerancia o la neutralidad,logró mantenerse en aquellos cinco años y medio tan arduos para la reconstrucción de España.
                Y después el régimen hubo de afrontar una segunda postguerra,especialmente en 1946 y 1947,causada por el boicot internacional,que hizo volver al hambre y la escasez general de 1941.Esta doble postguerra iba a marcar todo el decenio de los 40.
                El carácter del franquismo ha suscitado continuas discrepancias y polémicas,pues aunque el régimen tenía rasgos fascistas,por influencia de Falange y por su relación con Italia y Alemania,no era propiamente fascista.El fascismo se caracteriza por el endiosamiento del Estado,la movilización de masas y la formación de un partido único,que debía encauzar y monopolizar la política.Franco,por el contrario,procuró el equilibrio entre las tendencias falangistas,las tradicionalistas,las católicas y las militares;sólo en contadas ocasiones movilizó a las masas,y siempre colocó la religión por encima de la nación y del Estado.
                Otros lo han caracterizado como dictadura militar,pero el ejército,sin duda un pilar esencial del régimen,no actuó en la vida política como fuerza autónoma,ni ocupó tampoco,ni siquiera durante la guerra,los puestos de dirección del Estado.El número de ministros pertenecientes al Ejército fue relativamente limitado,y tampoco puede decirse que la situación social y económica de los militares fuera llamativamente superior a la de los ciudadanos de otros estamentos (J.J. Esparza).No se entiende el franquismo sin su componente militar,pero de ningún modo se redujo a eso.
               

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