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España,plurinacional (XXXV)

                España,plurinacional
                                               XXXV.- Primavera trágica y antidemocrática (1)
 
                                               
                Las elecciones del 16 de febrero de 1936 fueron las de mayor trascendencia en la historia española del siglo XX.La campaña electoral cobró auténtica ferocidad,con numerosos incidentes,heridos y algunas muertes,bajo amenazas y miedo como nunca antes.Y las consignas menos agresivas fueron éstas.Por el Frente Popular:la CEDA y los monárquicos saben que el Bloque Popular es su muerte definitiva.Por la España antifascista.Contra la España del hambre,el terror y la muerte.El frente monárquico fascista os ofrece esclavitud,sangre,miseria.El Bloque Popular os asegurará libertad,bienestar,amnistía.¡Votad contra los ladrones!.¡Votad contra los torturadores!.Nosotros acusamos de verdugos,incendiarios y saqueadores a Lerroux-Gil Robles:¡A la cárcel!.Por menos se ha aplicado el garrote vil.Por la derecha:Ruge la horda revolucionaria vencida por la CEDA.El que ayuda a partidos que persiguen la libertad de la Iglesia peca contra Dios.Luchamos por Dios y por España.Por el honor de nuestro Ejército,el que nos libró del Octubre rojo.Contra la revolución y sus cómplices.¡Españoles:la patria está en peligro.Por el mantenimiento de la civilización cristiana.Por nuestros hogares amenazados por la muerte y la ruina.
                La izquierda centró su campaña en la denuncia de la represión de Asturias,con relatos tan horrendos como improbables e incomprobables,y en un tono exacerbado de lucha de clases:la República no admitiría ya en el poder a los odiosos explotadores;el clero y la oligarquía fascista iban a ser extirpados de la faz del país.Largo Caballero y Azaña declararon no aceptar una victoria derechista,y el primero especificó que tal victoria significaría directamente la guerra civil.La Falange,que no iba a ganar ni un escaño,advirtió también que no acataría los resultados.La derecha defendía la religión,la propiedad,la familia y la unidad nacional,y atacaba también a don Niceto Alcalá-Zamora,a quien tenía por máximo responsable de la situación.Apenas despertaron interés las apelaciones de Portela y otros a no poner en riesgo la esperanzadora evolución económica.Todos sentían que estaba en juego mucho más que tal o cual plan económico.La insurrección de 1934 había puesto de relieve el valor del aparato del Estado,y a dominarlo ligaban ambos bandos la propia subsistencia.
                En cuanto a la Ezquerra,su campaña (batalla según la prensa) enaltecía a Companys y sus hombres como héroes de Catalunya,con versiones pintorescas de 1934:Es la candidatura del 6 de octubre.Es la candidatura de la dignidad catalana.Aquel gesto y el heroísmo magnífico de los mineros asturianos,y la gallardía histórica de todos los que se levantaron contra el fascismo en aquella hora de dolor y de espanto,mantiene el impulso del 14 de abril y la vida del régimen.El día 16,por aquel gesto de ayer,recobraremos la República y la Constitución,y afirmaremos sus postulados.Para respetarlos e impulsarlos si todos acatan el veredicto popular.Para defenderlos si el adversario vuelve a tomar la ofensiva.
                El 16 de febrero votó el 72 % del censo electoral,pero entonces como ahora se llama democracia a ignorar al que no vota.Las primeras noticias daban éxitos importantes a las izquierdas,y sin ser resultados definitivos las masas izquierdistas se echaron a las calles,invadieron ayuntamientos,soltaron a presos,etc.La coacción así creada pesaba sobre la pureza de los recuentos.Según Gil Robles los gobernadores civiles manifestaban su parcialidad en muchas provincias y toleraban los desmanes y coacciones de las turbas,cuando no colaboraban descaradamente con ellas.Azaña:los gobernadores de Portela habían huido casi todos.Nadie mandaba en ninguna parte,y empezaron los motines.Portela,convencido de hallarse España en vísperas de la guerra civil,ansiaba escapar de un cargo que le abrumaba.Gil Robles lo visitó para proponerle declarar el estado de guerra y poner coto a los disturbios y coacciones.De hecho Alcalá-Zamora firmó los estados de guerra y alarma,que restringían numerosas libertades públicas,aunque recomendando usar sólo el de alarma.Así hizo Portela,y el estado de alarma continuaría hasta el estallido de la guerra civil en julio.
                Franco,por primera vez,mostró disposición a actuar drásticamente,pues creyó inminente una revolución desde el poder,y advirtió al general Pozas,jefe de la Guardia Civil,que se estaban sacando unas consecuencias revolucionarias que no estaban implícitas,ni mucho menos,en los resultados de las urnas.Todo lo que sea rebasar ese resultado es inaceptable por virtud del mismo sistema democrático.Si los desórdenes van en aumento,debe preverse la posibilidad de declarar el estado de guerra.Pero Pozas,masón que había mostrado simpatías por los líderes rebeldes de la Ezquerra en la instrucción de su proceso,se opuso,y calificó los disturbios de alegría republicana.El 17 por la tarde,tras hablar con el ministro de la Guerra,general Molero,Franco,conocedor de la existencia del decreto de estado de guerra,intentó su aplicación sin éxito.Poco después visitó a Portela,que le había sugerido que el ejército tomase la decisión,pero ahora fue formalista,le advirtió que los militares estaban divididos,y que era al Gobierno al que competía defender a la sociedad,secundado por el ejército.
                Las izquierdas habían obtenido unos 200 diputados contra 150 las derechas,mayoría lejana de la absoluta,aunque faltaba una segunda vuelta electoral en las provincias en las que ningún grupo había alcanzado el 40 % de los votos.El gobierno debía presidir y garantizar las elecciones hasta el final,pero el día 18 dimitió,mencionando los continuos tiroteos y choques callejeros,con muertos y heridos,especialmente en Zaragoza;asaltos a ayuntamientos,empezando por el de Madrid;e imposición de las autoridades destituidas por su participación en la insurrección de 1934;incendios y motines sangrientos en las cárceles,etc.La izquierda republicana atizaba los desmanes para cargar sobre el gobierno la responsabilidad de una represión que éste se negaba a efectuar.Entregó pues el poder a Azaña,máximo líder de la coalición de izquierdas.Y el general Núñez de Prado describió así el traspaso de poderes:perecía una ceremonia masónica.El Gran Maestre de la Gran Logia (Portela) da posesión a su sucesor (Azaña,también masón,aunque más escéptico),delante del Gran Oriente Español (Martínez Barrio) y en presencia de dos generales masones (Pozas y el propio Núñez del Prado).La segunda vuelta electoral,el 2 de marzo,iba a ser pues gestionada por las izquierdas.
                Los presos,también muchos comunes,estaban siendo liberados por las masas,incitadas a menudo por líderes extremistas como La pasionaria.El nuevo gobierno no intervenía,esperando que la situación mejorase tras unos días de alegría republicana.
                La segunda vuelta afectaba,entre otras,a las tres provincias vascas,donde el PNV había sufrido una sensible pérdida de votos en relación con las elecciones de 1933:de 181.000 a 152.000
                En Cataluña el frente izquierdista ganó netamente en la primera vuelta,con el 57 % de los votos,y Cambó recuerda:el día del escrutinio,en el que me hacían el favor de dejarme sin acta,se organizó una manifestación que,al deshacerse,fue a la Layetana,y al pasar por delante de mi casa empezó a gritar mori Cambó.Terminaba pues la carrera política de Cambó,vencido por nacionalistas más radicales e izquierdistas.
                En el conjunto de España hubo empate práctico entre la izquierda y la derecha,con cuatro millones y medio de votantes cada una;y 400.000 sufragios para el centro.
                Naufragaba así la ilusión por la que Alcalá-Zamora había destruido a Lerroux y vedado el poder a Gil Robles,pues la igualdad de votos entre derecha e izquierda se traducía en 263 diputados para la izquierda,y 168 para la derecha,por aplicación de esas leyes electorales que siguen llamando democráticas.
                La izquierda insistió en que la derecha reconoció la validez de estas elecciones,pero la verdad es que la derrota electoral la dejó desmoralizada y sin capacidad de reacción.
                La vida política se hizo aún más hosca,pues habían triunfado los que se alzaron contra el gobierno de centro derecha en 1934,o habían justificado el alzamiento.Súbitamente perdieron el interés en sus promesas de investigar y castigar la represión de octubre,y gobernaron sin los socialistas:la Izquierda Republicana de Azaña y la Unión Republicana de Martínez Barrio,partidos endebles y sin liderazgo efectivo.
                El nuevo gobierno repuso en sus empleos a cuantos participaron en la insurrección de octubre,y persiguió a quienes habían defendido la ley.Planeaba la republicanización del Estado,entendiendo por tal la depuración de no izquierdistas y la sumisión práctica del poder judicial al ejecutivo,con intención de impedir la vuelta de la derecha al poder,reduciéndola a un papel testimonial.
                El PSOE seguía siendo el partido más poderoso,árbitro de la situación.Y Largo Caballero escribió:Azaña creyó que por estar en el poder se terminarían los conflictos entre patronos y obreros.Y como a pesar de haber un gobierno republicano se producían huelgas,se desesperaba.Y es que Largo Caballero seguía pensando en una revolución de estilo soviético,y sus órganos de propaganda,en especial Claridad,exaltaban constantemente a la URSS.No pensaba pues gobernar con los republicanos,sino desplazarlos,y le bastaba con desgastar al gobierno,para heredarlo legalmente,como miembro del Frente Popular.
 
 

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