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La muerte:realidad y misterio (I)

Naderías metafísicas
XXIII.- La muerte:realidad y misterio (I)

La muerte es un tema humano,y el hombre no ha dejado nunca de reflexionar sobre su origen,causas,significación,modalidades y consecuencias,así como si hay otra vida tras ella.
En cuanto fin de la vida biológica es estudiada por las ciencias médicas,pero en cuanto a qué sea,su esencia,sigue siendo un tema metafísico,pues no me interesa estudiarla desde el aspecto religioso,filosófico,poético o artístico.
El ser humano es mortal sigue siendo pues una premisa válida,y nadie cree que el hombre muere porque la ciencia no ha encontrado todavía la manera de curar todas las enfermedades.
Se han acortado los duelos,pero si hoy día se sintiera menos que antes la muerte de un ser querido no sería señal de progreso.
Se han hecho muchos estudios sociológicos y antropológicos sobre la muerte,pero a mí no me interesa mucho cómo se enfrenta a la muerte cada cultura.Desde luego no hay reencarnación,ni resurrección,y que algunos se hibernen es mera forma de conservar su cuerpo.Podemos decir pues que la muerte está ya desacralizada en Occidente,pero debe seguir infundiendo respeto.
Hoy día solemos morir en instituciones hospitalarias (el 80 % en EEUU),aunque sea recomendable que se traslade el difunto o moribundo a casa,y se le rinda el luto tradicional;pues puede ser aceptable que no suponga vestir de negro,pero no que muera un padre como si muriere un perro.Recomiendo por eso el depósito de los cadáveres en los tradicionales cementerios,y no la incineración.
Desde luego tenemos derecho a morir con dignidad,y defiendo la eutanasia,si bien tras un concienzudo examen médico,y con la probación o solicitud del enfermo.Quiero decir,simplemente,derecho a morir sin dolor.
El hospital debe seguir siendo,sin embargo,prolongación de la vida,cura de enfermos.De ahí que se dé de alta al moribundo cuando se cree que no se puede hacer más por él,lo que es más humano que dejarle morir en un mortuorio (sala especial),donde si es necesario se le practica la autopsia,a veces sirve para que los estudiantes hagan prácticas,y siempre se le amortaja y pone una etiqueta para identificarlo cuando venga la familia a buscarlo.
La muerte biológica se produce siempre por falta de oxígeno (anoxia),cuando cesa la actividad del corazón.Las células nerviosas son las más sensibles,por lo que se diagnostica muerte clínica cuando no hay actividad cerebral.Sin embargo las células de la piel,cartílago y hueso sobreviven otras 24 horas,por lo que no debemos enterrar ni incinerar a nadie hasta entonces,de acuerdo con el precepto legal.A ningún cadáver se le practica electroencefalograma,si bien se le somete a prueba de reacción cerebral,mediante inyección intravascular de un radio isótopo.Y como en caso de intoxicaciones por barbitúricos el paciente puede recuperarse después de varias horas de presentar EEG plano,es recomendable que nos esforcemos en no enterrar,y menos incinerar,cadáveres aparentes.
Son fenómenos cadavéricos las livideces,la rigidez muscular,la disminución de la temperatura,la autolisis y la putrefacción.Las livideces aparecen de tres a cinco horas después de producirse el paro cardíaco;la rigidez a la tercera o cuarta hora,y es total hacia las trece,desapareciendo en dos o tres días.La disminución de la temperatura corporal es progresiva,con temperatura exterior de 5 a 15 ºC,descendiendo aproximadamente un grado cada hora,y estando en equilibrio con el medio ambiente tras 24 horas.La autolisis va produciendo rápidamente la desintegración de los órganos,y la putrefacción aparece hacia el segundo día en verano y hacia el octavo en invierno,consistiendo en una descomposición de las materias orgánicas por gérmenes y hongos,con producción de gases pútridos.Los microbios que originan tal putrefacción proceden inicialmente del propio organismo,y se extienden por los tejidos y vísceras,siguiendo las vías sanguíneas y linfáticas.
Los médicos disponen hoy día de máquinas y aparatos capaces de mantener artificialmente en funcionamiento todos los órganos vitales del organismo,a excepción del cerebro.En todas las clínicas y hospitales importantes ha surgido la UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva),donde a muchos enfermos graves se les puede prolongar la vida por un tiempo más o menos largo.De ahí que se hayan adoptado cuatro principios básicos para el uso de esta Unidad:1)retirar los tratamientos médicos sólo cuando se sepa con certeza que el enfermo morirá en corto espacio de tiempo;2)aliviar en lo posible el sufrimiento del enfermo mientras permanezca en la UVI;3)que prime el deseo del paciente,y no su enfermedad,a la hora de tomarse una solución;y 4)aplicar tratamientos que puedan restaurar la salud.
Eutanasia es pues el acto de acortar la vida del enfermo terminal a fin de evitarle sufrimientos,y se distingue entre la pasiva y la activa.Pasiva:dejar morir al enfermo,por no aplicarle medidas terapéuticas,o por retirárselas.Activa:administarle una substancia para que muera rápidamente.Yo llamo sin embargo eutanasia colaborar a que el enfermo muera sin dolor,y en este sentido es como la deseo para mí.Respecto a la que se practica,sólo debe solicitarla el moribundo,siendo el médico responsable al practicarla o no.Si el enfermo no está en condiciones de solicitarla,niego pues facultad al médico para ejecutarla.En casos extremos puedo sin embargo aceptar que sea su pariente más cercano quien la solicite.
Aunque sabemos que hemos de morir,creo que nadie la deseamos,y todos la tememos en mayor o menor grado.
El médico está para curar,y por tanto creo que no debe ser él quien anuncie al moribundo su muerte.Debe ser pues el paciente quien pregunte,y el médico quien responda con responsabilidad,desde luego evitando pronósticos erróneos:a mi madre la dieron por incurable en el hospital de Plasencia (Cáceres) cuatro años antes de que muriera,oponiéndome yo a ese pronóstico,y aceptándolo otro hermano,de los dos que estábamos presentes.Mal médico pues uno,y mal hijo el otro.
Es pues el paciente quien normalmente debe darse por terminal,pero siempre con responsabilidad de familiares y equipo médico,pues éstos nunca deben aceptar la opinión del paciente,si ellos no lo creyeran también.
El paciente terminal es pues el único que se debe considerar moribundo,y en este estado y situación es cuando se dará lo que hemos llamado miedo a la muerte.Con base en una encuesta que la psiquiatra E. Kübler-Ross realizó a doscientos pacientes del hospital Billings de Chicago,(Sobre la muerte y los moribundos,1969),podemos pasar por cinco etapas:negación,ira,negociación,depresión y aceptación.Pero creo más bien que cada uno reaccionaremos con originalidad y personalidad,sin que tengamos que pasar por etapas,en lo que coincido con las opiniones de Kastembaum y Weisman.
La sociedad occidental contemporánea no vive pues tan espaldas a la muerte como se dice,especialmente a cierta edad.No conozco a nadie que niegue la realidad de la muerte,ni quien la desee,excepto en estados de depresión.
Ya he dicho que no quiero morir con dolor,y para estos casos son para los que únicamente admito cultivo de las drogas que sean pertinentes,si bien deben ser administradas mediante fármacos al efecto.Por supuesto,todo moribundo debe recibir amor y afecto,tanto por parte de los familiares,como del personal sanitario.
Hasta la fecha me he referido a moribundos adultos,pues efectivamente los niños se enfrentarán a la muerte con mentalidad especial.La muerte,sin embargo,forma parte del mundo infantil,aunque en trances de muerte real supongo que los niños tendrán menos conciencia,y se sentirán más enfermos que moribundos.Por supuesto un niño no debe solicitar eutanasia,tal como se concibe y practica,pero sí debe soportar la que yo deseo:ausencia de dolor.
El anciano es por tanto el único ser para la muerte de Heidegger,pues morir de viejo es lo normal.Es por tanto el anciano quien menos teme a la muerte,aunque no desee agonía prolongada y con dolor.Con todo,ni la familia debe desear la muerte del anciano,ni el equipo médico ser menos profesional con un anciano que con un adulto.

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