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El penúltimo Papa (II)

De occulta philosophia
XLIV.- El penúltimo Papa (II)

Según la tradición san Malaquías entregó a Inocencio II un manuscrito con sus profecías,que el Papa archivó en los subterráneos del Vaticano,donde permanecieron hasta que los encontró y publicó como he dicho el historiador benedictino Dom Arnold Wion,en Venecia,en 1595 o 1596,durante el pontificado de Clemente VIII.
Oficialmente la Iglesia no las reconoce como auténticas,pero la Iglesia no reconoce lo que no le conviene ni interesa,y la verdad es que son muy conocidas incluso por los Cardenales que eligen Papa,inspirados por el Espíritu Santo,aunque a veces han tardado meses en ser inspirados,y otras han sido hasta amenazados por embajadas francesas y españolas,como sucedió en la elección de Clemento XIV (1769),para que disolviera la Compañía de Jesús,aunque la primera votación secreta fue la que eligió Papa a Urbano VIII (1623).Siempre mediante votaciones muy humanas.
Al ser benedictino Dom Arnold Wion creyó benedictino también a san Malaquías,que sin embargo fue cisterciense,amigo íntimo de San Bernardo de Claraval como sabemos.
Wion reprodujo también las interpretaciones,en latín,de los 74 primeros lemas,que atribuye al historiador Ciacconius.Pero éste no habla de estas profecías en sus obras,por lo que debieron ser divulgadas por eruditos cercanos al Vaticano.
Las divisas o lemas pontificios son muy distintos hasta y desde la fecha en que fueron publicadas,demostrando las 74 primeras un conocimiento perfecto de los escudos heráldicos,nombres o apellidos,lugar de nacimiento,sedes episcopales o títulos de cardenal,obispo o canónigo de todos esos Papas.Mientas las 37 siguientes son ya más abstractas,y por tanto discutibles,pues predominan actos o sucesos que han acontecido durante estos pontificados.
Se cree por tanto que quien las ha redactado ha sido en realidad un humanista de principios de 1590,que las atribuyó a san Malaquías para hacerlas más creíbles.
El problema es saber quién fue,pues no las redactó Wion,y algunas de estas 37 últimas divisas vuelven a hacer referencia a escudos pontificios,incluso con más acierto y precisión que las 74 primeras.Como a partir de 1595 o 1596,en que fueron publicadas,ya sí son o no proféticas,según su grado de acierto,y como la profecía sobre el último pontificado es de mentalidad típicamente medieval,me inclino por creer que puedan haber sido redactadas por san Malaquías,y puestas al día por Ciacconius.Y al respecto hay que recordar que san Malaquías fue enterrado en la abadía de Claraval,en olor de santidad,y sus restos siguen en fosa común con los de San Barnardo y otros tres santos.La existencia de estas profecías fue por tanto conocida por la Orden del Cister.
Si fueron divulgadas por eruditos cercanos a la Curia Pontificia,goza pues de credibilidad la tradición,porque debieron haber estado archivadas en el Vaticano desde 1140.
Hay que sintetizar por tanto tradición y crítica,y reconocer que estuvieran archivadas en el Vaticano,con conocimiento de los cistercienses.Lo que me obliga a creer que fueran redactadas y entregadas a Inocencio II por san Malaquías,con conocimiento de san Bernardo y todos sus monjes.
La Iglesia es tan docta en falsificaciones,que no sólo falsificó la Donación de Constantino,de la que he hablado,sino que son igualmente falsas,por ejemplo,las causas históricas por las que Gregorio VII,en su Dictatus papae,basó la infabilidad pontificia en antiguos escritos,que se remontaban a san Pedro (recuerden que no ha existido históricamente,y que los Evangelios,incluidos los canónicos,son radicalmente falsos),y él encontró en los archivos papales.Si quieren mentiras litúrgicas,e incluso teológicas,“quien no coma de mi cuerpo,ni beba de mi sangre,para que él pueda ser uno conmigo y yo con él,no se salvarᔠson palabras de Oseas,tomadas de la comunión mitraica (culto a Mitra).
Y los profetas del Antiguo Testamento fueron muchas veces “varios en uno”,de forma que conservamos la redacción del último,cuando lo profetizado era ya dominio público e histórico.Como ha sucedido con los rishis hindúes,Hermes Trismegisto,y muchos otros profetas y videntes.
La Profecía debió por tanto ser redactada originariamente por san Malaquías,y sus lemas o divisas papales,que son lo único creíble,“puestas al día” por Ciacconius,pues en realidad no hay demasiada diferencia de significado entre las 111 divisas o lemas,ya que los 2,16,19,27,31,34,37,44,45,49,50,53,54,62 y 70 hacen también alusión a obras o sucesos generales,y las 22,38,40,41 y 54 a estados de ánimo,ciudades,títulos,países,personas o características históricas de los pontificados.
Esta profecía no fue por tanto inventada para favorecer la elección del cardenal Simoncelli,obispo de Orvieto,en el Cónclave que eligió a Gregorio XIV,en 1590.Sí la pondría al día Ciacconius por esa fecha.

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