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España,plurinacional (LXXXII)

                España,plurinacional
                                               LXXXII.- Últimos años del franquismo (7)
 
                También en el ejército surgían atisbos de división,pues se formó la Unión Militar Democrática (UMD),de muy poca incidencia.Y a mediados de junio don Juan,acuciado por la impresión de derrumbe del régimen,y por la actividad de la oposición,tomó a su vez una actitud rupturista similar a la de 1945,que implicaba la descalificación de Juan Carlos.Este nuevo cambio de talante tendría tan escaso éxito como el de treinta años atrás,pero irritó a un Franco ya muy próximo a la muerte.
                Aquellos fueron meses de intensísimas intrigas y maniobras tanto en el franquismo como en la oposición,con el 98 % del pueblo español impasible.Pero al comenzar el verano pasó de nuevo a primer plano el terrorismo.A partir de marzo la ETA emprendió una escalada de asesinatos individuales mediante su método tradicional,el disparo por la espalda.Así mató hasta el mes de agosto a nueve personas,policías en su mayor parte,más algunos taxistas,un conductor de autobús,etc.El ejemplo,en medio del enrarecido clima político,animó a otros grupos terroristas a pasar a la acción.Desde finales de los 60 se multiplicaron en España las organizaciones propensas a la lucha armada,maoístas,anarquistas o nacionalistas catalanes o gallegos.Unas y otras habían realizado atracos y atentados menores,pero entonces tres de ellas dieron el paso decisivo:la UPG gallega,el FRAP y el PCE(r),ambos de ideología maoísta.El segundo,sobre todo,contribuyó al recalentamiento político de aquel verano asesinando a varios policías.
                El régimen volvió a endurecer las leyes,y restringió la información de la prensa,buena parte de la cual hacía sin mucho disimulo el caldo gordo a los terroristas.Y a finales de julio y principios de agosto la policía logró desarticular las principales organizaciones del FRAP y la ETA,dando la impresión de dejarlas fuera de combate.Entonces entró en acción el PCE(r),matando a un guardia civil e hiriendo a otro.Nuevas y espectaculares detenciones en septiembre contra la ETA (p-m),causándola algunos muertos cuando preparaba grandes atentados,dejaron a la organización fuera de combate por el momento.Los tribunales militares juzgaron a los detenidos,pronunciando once penas de muerte contra miembros del FRAP y de la ETA.
                Enseguida se extendió,dentro y fuera de España,un formidable movimiento de solidaridad,similar al del juicio de Burgos cinco años antes.La unidad inalcanzada por la Junta o la Plataforma volvió a forjarse en la acción a favor de los terroristas,presentados como luchadores antifascistas y patriotas.Numerosos gobiernos extranjeros,intelectuales de izquierda,obispos,y el mismo Papa Pablo VI,pidieron clemencia a Franco.La presión interna y externa llegó a tal grado que casi todos dieron por conmutadas las penas,a semejanza de lo ocurrido en 1970.
                Por desgracia la petición creó una impresión coactiva,al producirse en un clima de manifestaciones violentas y alegatos que hacían recaer toda la culpabilidad moral y política sobre el régimen,no sobre los terroristas,cuyas víctimas quedaban encima olvidadas y despreciadas.Además,a los ojos del gobierno español,el anterior perdón de las sentencias de Burgos no había servido para apaciguar la violencia,sino al contrario;y así fue y era.Estas consideraciones pesaron pues más que otras,y cinco de las sentencias,tres para miembros del FRAP y dos de la ETA,fueron ejecutadas a finales de septiembre.
                Al instante se desataron por Europa las protestas y disturbios,con manifestaciones de redoblada violencia,retirada de embajadores,boicots comerciales,asaltos a locales y embajadas españoles,etc.La embajada en Lisboa sufrió saqueo e incendio,no acudiendo la policía hasta el final de la agresión.El gobierno holandés y el sueco de Olof Palme, -que moriría años después en un atentado-, discretos ante otras dictaduras,multiplicaron sus actos de condena al franquismo y de apoyo a los luchadores antifascistas españoles.La ejecución de terroristas reales o supuestos,o de simples disidentes,no era un hecho inhabitual en el planeta,pero sólo en relación al régimen de Franco despertaba tales oleadas de pasión.
                En España,no obstante,los llamamientos a huelgas y manifestaciones encontraron poca acogida.Por eso,y con la idea de que,si no se replicaba con la mayor energía,el fascismo se saldría con la suya y amedrentaría a la sociedad durante años,el PCE(r) asesinó en represalia,el 1 de octubre,a cuatro policías en Madrid.Esa acción entraría en el nombre de la organización armada creada por dicho partido más tarde,el GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre).
                El ferviente apoyo a los terroristas por parte de los demás nacionalistas y de toda la izquierda,muy a menudo en combinación con movimientos internacionales,no deja de constituir una tradición en España desde finales del siglo XIX.Pues España es probablemente el país europeo donde el terrorismo ha jugado un papel político más decisivo,siendo una de las causas fundamentales del hundimiento de la Restauración.La misma reanudación de la guerra civil va marcada por el asesinato de Calvo Sotelo.Y ahora parecía volver a ocurrir.
                La oposición al franquismo reivindicaba la democracia y se justificaba en ella,pero el 98 % del pueblo (demos) era franquista,o no se oponía a Franco;y en muchos aspectos representaba un serio peligro para la convivencia.Resucitaba los fantasmas del pasado,respaldaba abierta o disimuladamente a la ETA,esperando beneficios políticos de sus acciones,asumía las doctrinas nacionalistas y volvía a la negación de España,tan acusada en los tiempos de entreguerras.La misma palabra España,substituida por Estado español,se hizo casi un tabú en esos medios.Sus principales fuerzas profesaban el marxismo,radicalmente antidemocrático.Su antifranquismo visceral colisionaba,en principio,con una masa del pueblo no descontenta con el régimen,como evidenciaba el fracaso reiterado a los llamamientos a rebelarse contra él.Además,aquella oposición se componía de grupos faltos de raíces en la población,de ideologías muy variadas,cuando no enemigas entre sí,que sólo reconocían la democracia como un medio para terminar superándola,como hizo el PSOE en 1931.Si el régimen se derrumbaba y ella tomaba el poder,no era difícil imaginar una nueva época de sacudidas en España.
                A mediados de octubre Franco volvió a sentirse enfermo,y pronto entró en una prolongada y dolorosa agonía,aprovechada por el rey Hasán II de Maruecos para adueñarse de la colonia española del Sahara,con evidente apoyo de los EEUU.España perdía los últimos restos de su imperio colonial,pero de manera incruenta,y al revés que en 1898,el suceso fue acogido casi con alivio.La ONU había dictaminado que la población saharaui debía decidir en referéndum su futuro político,y Franco pensaba cumplir ese mandato.Pero España sólo contaba con enemigos en la zona,y las presiones internacionales llevaron al nuevo Jefe del Estado,Juan Carlos,a doblegarse y permitir la invasión marroquí,instrumentada como una marcha verde de masas exteriormente desarmadas,y encabezadas por el rey de Marruecos.
                Franco falleció el 20 de noviembre,casualmente en el aniversario de la muerte de José Antonio Primo de Rivera,y también del líder anarquista Durruti,treinta y nueve años antes.Fue enterrado en el Valle de los Caídos,el gran monumento,presidido por una cruz visible a mucha distancia,y sobre los restos de combatientes de los dos bandos,que él ordenó edificar como recuerdo de su victoria sobre la revolución,y como emblema de reconciliación nacional,que no ha sido aceptado por la izquierda.
                Sin duda Franco ha sido el personaje político español más destacado del siglo XX,pero no por méritos personales,sino por el cargo que ocupó durante tanto tiempo;como revelan las pasiones que su figura sigue levantando a treinta años de su muerte,y setenta del principio de la guerra civil,en 1934,cuando defendió la legalidad republicana frente al asalto de las izquierdas.
                Desde luego el franquismo fue una larga dictadura,pero no todas las dictaduras tienen el mismo carácter.Si hacemos un balance global,Franco libró a España de una revolución comunista,y por tanto más totalitaria y antieconómica;también la libró de un proceso de disgregación,evitó su entrada en la II Guerra Mundial y presidió la época más prolongada de paz y prosperidad que había vivido España desde principios del siglo XIX.A su muerte España estaba más cerca del grupo de países opulentos de Europa,y sólo muy recientemente han vuelto a recuperarse los niveles de convergencia de 1975.Dejó,pues,un país no sólo próspero y con escasa delincuencia,sino también muy mayoritariamente moderado en sus actitudes políticas.Todo lo cual aseguraría un paso poco traumático a la que llaman democracia.Hasta su muerte,Franco siguió convencido de que el sistema de partidos sólo podía resultar nefasto para España,y si los partidos actuales funcionan mejor que funcionaron en la II República española,se debe a que la mayoría de los españoles actuales al régimen de partidos no lo llamamos democracia,sino partidocracia.
                La mayor decepción y el mayor daño para él provinieron de la postura final de un sector de la Iglesia,que se hizo dirigente en ella.Franco estaba convencido de haber salvado a la Iglesia, por tanto le desazonó una Iglesia marxista,simiente y protectora de etarras;pues es indiscutible su acendrado catolicismo.
               
 

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