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España,plurinacional (XIII)

                                España,plurinacional
                                               XIII.- La descomposición de un régimen (1)
 
                La Restauración superó los problemas que tuvo en 1917:Lerroux y Cambó volvían a moderarse,los nacionalistas catalanes de izquierda quedaban en ridículo,los vascos habían apoyado al gobierno central,y los humillados socialistas se sentían traicionados por los republicanos,y su despecho impediría por mucho tiempo la alianza entre ambas formaciones;los anarquistas no salían mejor parados.
                Era la ocasión de que los partidos dinásticos hubieran tomado la iniciativa,pero casi ninguno de sus políticos percibió las oportunidades,y privó un pragmatismo obtuso.La inestabilidad gubernamental se había hecho crónica,impidiendo toda obra consistente y de alcance:cuatro gobiernos en 1917.Y los intelectuales le eran hostiles.
                Las Juntas de defensa volvieron a ser antigubernamentales,y los partidos de oposición no buscaban reformas,sino liquidar el régimen.
                La demagogia castrense se cebó en Dato.El rey,una vez más,cedió y retiró su confianza a quien había salvado la monarquía en momentos tan arduos,y lo substituyó por el mediocre García Prieto el 1 de noviembre.Dato apenas había gobernado cuatro meses y medio.
                Cambó había colaborado en la oposición a Dato,al lado de los intrigantes militares.Y las izquierdas se envalentonaron por la revolución comunista que en noviembre derrocó al régimen liberal ruso,instaurado sólo ocho meses antes.Lenin se convirtió en un líder internacional,y toda Europa reaccionó a favor o en contra.Ahora los vencidos eran los burgueses,y el fantasma del comunismo,convocado por el Manifiesto de Marx y Engels,tomaba cuerpo en un gran país.Los movimientos obreros y obreristas ya tenían una referencia,y socialistas y anarquistas recibieron una potente inyección de moral.El PSOE volvió a fomentar huelgas,y los miembros de sus comités sólo eran condenados a cadena perpetua,considerados héroes perseguidos por un poder oscurantista.Meses después se les permitía presentarse a elecciones,y al salir diputados fueron amnistiados,sin que mostraran conciliación ni gratitud,pues consideraron la amnistía victoria propia,debida a la presión del pueblo y al miedo de los gobernantes.
                Al reabrirse las Cortes,en marzo de 1918,los socialistas acusaron a Dato,y la Lliga veía recompensadas sus acciones desestabilizadoras entrando por primera vez en el gobierno central de García Prieto,del que fueron ministros Ventosa y Rodés.Melquíades Álvarez rechazó la oferta,y Maura permaneció al margen.Las izquierdas acusaron de traición a la Lliga,y el gobierno duró tres meses y medio,hasta marzo de 1918.Breve tiempo en el que las Juntas de defensa influyeron en varios ministerios,hubo huelga de funcionarios y el país sintió falta de autoridad.
                El rey se vio obligado a recurrir de nuevo a Maura,quien nombró un Gobierno nacional,con Cambó como ministro de Fomento,y Alba,Romanones y Dato en el gobierno.
                Este gobierno fue recibido con alegría general,y Cambó se ganó un inmenso prestigio nacional.
                Pero el fin de la I Guerra Mundial alentó a los nacionalismos,porque los Aliados habían empleado la autodeterminación como arma para disgregar al Imperio Austrohúngaro,y el presidente Wilson había adoptado los 14 puntos,uno de los cuales era la autodeterminación.
                Los nacionalistas catalanes relegaron por tanto sus planes ibéricos,y regresaron a sus agravios particulares,estimulados por un mensaje del embajador inglés Harding transmitido a Cambó:es la hora de Catalunya.Ha llegado el momento de que los ingleses borremos la mancha que en nuestra historia pusieron los ministros de la reina Ana al traicionar a Catalunya.Diga a sus amigos catalanes que Inglaterra no consentirá ahora que se les atropelle si reclaman la autonomía.
                Maura tuvo pues que disolver su Gobierno nacional en noviembre de 1918,tras sólo ocho meses de actividad,y muchos vieron un mal menor en el catalanismo.El rey convocó a Cambó,y le dijo:es preciso que vaya usted a Barcelona enseguida para provocar un movimiento que distraiga a las masas de cualquier propósito revolucionario.Y Cambó aceptó,ayudado por Ventosa.
                Se puso a la cabeza de un movimiento pro autonomía,con desbordamientos separatistas y consignas antiespañolas.Menudearon los incidentes y provocaciones de extremistas a los militares.Cambó pidió una autonomía moderada,pero crecían las dudas sobre sus desviaciones prácticas.La desconfianza entre los nacionalistas y los partidos dinásticos crecía cada día.La Lliga era ahora un partido perturbador más,por lo que se afianzó en Madrid un bloque antiautonomista,que indignó a los nacionalistas catalanes.Cambó afirmó en esta ocasión:haremos,señores,todo lo posible para que venga la autonomía dentro de la más absoluta normalidad,pero estamos decididos a obtener esa autonomía de todas formas.Los partidos que soportan al Régimen y a la Monarquía han sido desfavorables a las aspiraciones de Catalunya.Lucharemos contra los gobiernos y partidos de la monarquía hasta destruirlos.¿Monarquía?.¿República?.¡Catalunya!.No detendremos nuestro paso hacia la autonomía porque pueda caer la monarquía.
                Cambó retiró la representación catalanista en las Cortes,con el apoyo de republicanos y socialistas,agrupados de nuevo con él.Simultáneamente acordó con Romanones suspender las Cortes,y formar una comisión extraparlamentaria que presentase un proyecto de autonomía.Pero al conocerse la comisión socialistas y republicanos,y en especial Melquíades Álvarez,trataron de boicotearla,pues apoyaban los nacionalismos sólo como factor de desestabilización.También renunciaron los comisionados datistas,y los siguió la Lliga,por temor a las críticas de las izquierdas nacionalistas.
                Cuando se hizo pública esta resolución el gentío congregado en la plaza de San Jaime,de Barcelona,prorrumpió en aplausos,pero la comisión siguió adelante,sin apenas representación.
                Para encauzar las pasiones nacionalistas Cambó propuso que la mancomunidad y los parlamentarios catalanes elaborasen un estatuto de autonomía,para plebiscitarlo y llevarlo a las Cortes bajo el principio de autodeterminación.Funcionaron por tanto dos comisiones paralelas,la extraparlamentaria de Madrid y la de la mancomunidad catalana,la primera muy influida por Alcalá-Zamora,partidario de reducir al máximo la ponencia autonómica presentada por Maura,que recogía por primera vez la palabra Generalidad como nombre para el gobierno autónomo catalán.Las dos comisiones concluyeron sus trabajos en enero de 1919,con diferencia de días.
                El proyecto de Madrid ampliaba la ley de Canalejas a favor de la mancomunidad,pero lo rechazaban muchos nacionalistas y políticos de izquierdas.
                Los ayuntamientos catalanes defendían el estatuto de la mancomunidad,los antisistema explotaban la ocasión,y los nacionalistas vascos pensaban en su propio estatuto a remolque del catalán.Cambó preparó meticulosamente los actos de desobediencia civil pasiva que irían realizando los Ayuntamientos,y que se encaminaban a crear al Gobierno una situación difícil de dominar,y no ofreciera blanco a la represión.Cuando estalló la huelga de la Canadiense.
                El clima de posguerra caló también en Vascongadas.Desde 1917 empeoraba la disidencia en la Comunión Nacionalista,sucesora del PNV.Los autonomistas reivindicaban la etapa final españolista de Arana,para enojo de los sabinianos.Dominaba la tendencia fuerista o euskalerríaca,que en enero de 1917 fundó la revista Hermes,la más lujosa de España,que duraría cinco años y medio,abierta incluso a intelectuales como Unamuno,Baroja o Maeztu,Ortega,Madariaga o d´Ors.La Comunión Nacionalista ampliaba su espacio político,logrando mayoría en la Diputación de Vizcaya y copando,en 1918,toda la representación vizcaína en las Cortes,excepto el escaño de Indalecio Prieto,que desde el PSOE se oponía a los nacionalismos.
                En estas circunstancias algunos se declaraban contrarios a la independencia,y a favor del modelo Cambó:las naciones periféricas,en especial Cataluña y Vasconia,serían los elementos realmente vitales de España.España no sería una nación,sino sólo un Estado,con Cataluña,Vasconia,Galicia,Castilla y quizá alguna más confederadas.
                Declarar la inexistencia nacional de España,entonces como ahora,contrariaba la convicción de millones de personas,incluyendo a muy numerosos catalanes,vascos y gallegos,probablemente la gran mayoría.Y ¿qué fortalecimiento podría esperar un Estado sin base nacional,unido por la supuesta convivencia de,al menos,cuatro naciones distintas?.Ni siquiera lazo económico se reconocía,imperando en los nacionalistas una opinión pésima sobre la unidad española.
                Y como en los propios movimientos nacionalistas había corrientes secesionistas,los autonomistas vascos y catalanes decían una cosa en Madrid,y otra en Bilbao o Barcelona.En Madrid se sospechaba pues que la autonomía preludiaba secesión,e incluso en Bilbao y Barcelona se temía que condujera a una identificación indirecta con la detestada España.
                Ya sabemos que existía además cierto grado de terrorismo,casi normal en Barcelona,pero en junio de 1918,en el Congreso de Sans,la CNT optó por la acción directa con inclusión de atentados,como medio privilegiado de lucha.En consecuencia se incrementó el terrorismo y la agitación de masas,y a principios de febrero de 1919 es cuando comenzó la huelga de La Canadiense,nombre popular de la empresa suministradora de electricidad en Cataluña,de capital anglocanadiense.

       

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