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Escándalos en el Vaticano (III)

Cuatro libros y un epílogo
XXXV.- Escándalos en el Vaticano (III)

Es imposible hacer fortunas como la de Silvio Berlusconi por medios lícitos,pero no le creo masón.No sé si lo fue quien en 1974 era rector de la Pontificia Universidad Lateranense,porque estos autores no suelen dar nombres propios.¿Complot masónico contra Pablo VI en 1975?.No se investigan las calumnias,y se asciende por calumniar.Hay discordias dentro de un mismo despacho,y se intervienen teléfonos.A veces se registran despachos,y se trafican títulos académicos.Se preparan informes e inspecciones con mando a distancia,y es muy corriente la hipocresía.El favoritismo impera en el Vaticano desde la edad media,y la historia reciente de la Iglesia admite que sea cierto que en 1935 se infiltraron en seminarios y noviciados católicos unos mil estudiantes comunistas.
No es muy probable que agendas de estos seminaristas contengan códigos secretos sobre cargamentos y destinos de navíos de guerra,pero es evidente que la Curia romana de Pablo VI fue muy filocomunista.Al igual que la Alemania socialdemócrata,practicaba la ostpolitik;pero no creo que existiese satanismo en el Vaticano.
La influencia masónica sí era mayor,y no sólo a través de la logia P2.De nuevo Montini,desde que fue arzobispo en Milán.
La revista mexicana Proceso informó el 12 de octubre de 1992 de que en el Estado vaticano operaban cuatro logias masónicas.Dicen que los países islámicos nombraban Embajadores ante el Vaticano a masones,y doy por hecho histórico que Juan Pablo I murió de infarto causado por su conocimiento de la Curia,y por la ideología de los jesuitas.Curioso es que Pablo VI hubiera denunciado la presencia masónica en el Vaticano llamándola humo de Satanás,pues eran masones hasta algunos capitanes de los carabineros.No es de extrañar pues que en el Vaticano de estos años hubiera unos 120 masones.Rotarios y Leones son efectivamente instituciones masónicas,y gobernador del distrito rotario de Sicilia-Malta fue en 1982 el jesuita Federico Weber.
En vez de sindicatos que defiendan los legítimos intereses de clérigos y religiosos tal vez mejor convenga modernizar y hacer efectivo el Ufficio del Lavoro della Sede Apostólica,cambiándolo de nombre.
No dudo pues de que este grupo de religiosos han hecho una crítica sincera del Vaticano,pero les ha faltado coraje para denunciar con nombres propios.He recogido pues lo que me ha parecido más significativo.

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