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El universo como unidad

Escrito en el que insisto en la unidad del universo,que como conjunto es dios,a pesar de que se fraccione fractalmente.
Escrito que sigue concibiendo a dios como materia y antimateria tricolores y luminosas,por radiactivas,en estado de plasma o plasmático como masa-antimasa y radiación-antirradiación alfas,y gaseoso como radiación-antirradiación betas (estrellas y antiestrellas).Con los planetas-antiplanetas,satélites-antisatélites,y cuanto orbita alrededor de las estrellas,o rota respecto a las antiestrellas,como materia o antimateria obscuras,que la ciencia llama hidrógeno o antihidrógeno,más o menos evolucionado.
Hidrógeno y antihidrógeno son gases,que para la ciencia constituyen más del 98 % de las estrellas o antiestrellas.Hidrógeno y antihidrógeno que la ciencia hace evolucionar a helio,e incluso hasta minerales mucho más pesados,dentro de las estrellas o antiestrellas.
Dice un refrán que nadie da lo que no tiene,y por tanto hay que aceptar que hidrógeno y antihidrógeno formen parte no de la esencia divina,pero sí como epifenómeno de su radiación o antirradiación betas,ya a nivel atómico.
Pero luminosidad y opacidad,materia-antimateria luminosas y obscuras,son hasta ciertos límites distintas,ya que es materia o antimateria luminosa la que tiene o posee luminosidad propia,y obscura la que la tiene adquirida.
Entiendo por eso que la materia y antimateria obscuras,(cuanto gravita alrededor de las estrellas o antiestrellas),es esencia hipostática a la de la divinidad,con lo que dios pierde densidad desde plasma protónico a estrella,o antiprotónico a antiestrella,mientras la materia-antimateria obscuras van ganando densidad,en cuanto evolución del hidrógeno o antihidrógeno,de forma que las substancias que conoce la química y la biología son evolución del hidrógeno terrestre,sin que podamos llamar exactamente hidrógeno o antihidrógeno a la esencia divina.Ni siquiera a la de las estrellas o antiestrellas.
Hidrógeno fue nombre inventado por los griegos clásicos,significando agua ardiendo (estrella).Y,sin menoscabo de ninguna cultura,hay que enjuiciarlas en su tiempo y época,en los años históricos en que se produjeron.
Como nombres no están mal para designar la materia y antimateria primas de cuanto gravita alrededor de las estrellas y antiestrellas,pero estoy concibiendo al hidrógeno como el gas emanado de las estrellas que formará planetas,y al antihidrógeno como el gas emanado de las antiestrellas que formará antiplanetas,resistiéndome a llamar hidrógeno al gas estelar,e antihidrógeno al gas antiestelar.
Yo tampoco conozco la esencia de los gases estelares o antiestelares,y la ciencia los conoce por técnicas de espectografía solar que no son tan verídicas como cree la ciencia.
Pero yo hago y estoy haciendo metafísica,y no puedo identificar la materia y antimateria luminosas con las obscuras,si bien reconozco que las obscuras son emanaciones de las radiaciones o antirradiaciones betas divinas,estrellas o antiestrellas,y por tanto de su misma esencia común.Esto parece un galimatías,pero hay que interpretarlo en forma análoga a como hace la química inorgánica con los compuestos de hidrógeno:1)el hidrógeno sería la esencia común,pero 2)cada compuesto posee también su esencia particular y peculiar,pues no es igual el oro que el sodio,etc.
Como he dicho antes,dios está en estado de plasma hasta sus radiaciones y antirradiaciones betas,es gas en estas radiaciones y antirradiaciones,y los gases de materia y antimateria obscuras,hidrógeno y antihidrógeno,se solidifican inmediatamente para constituir planetas o antiplanetas,cuando no son muy voluminosos.
Prefiero,por eso,distinguir entre la esencia propiamente divina,de plasma a gas luminosos,y la materia o antimateria obscuras,ya sólidas generalmente,que forma planetas,satélites,cometas,asteroides,etc si es materia,o antiplanetas,antisatélites,anticometas,antiasteroides,etc. si es antimateria.Concretamente sería entonces materia o antimateria luminosas la que está en estados de plasma o gas,tricolor (culombios) y con 3.127666726 elevado a 08 V de sabor (voltios),sin leptones;y obscuras la que está ya por lo general en estado sólido,monocolores,con 4.694055117 elevado a 08 V de masa,y con leptones.
Pero el tema y objeto de este capítulo no es éste,sino el de insistir en que dios se fracciona sin perder su unidad,unidad que al menos metafóricamente podemos llamar persona.
Digamos pues que dios es una substancia o esencia que evoluciona de átomo a universo,e involuciona de universo a átomo.La evolución consiste en reproducciones fractales del átomo,y la involución en la desaparición de esas reproducciones,sin que debamos llamar vida a la evolución,y muerte a la involución,pues en realidad estamos llamando vida a masa oxigenada,aquí en nuestro planeta,y muerte a masa aoxigenada.Llaman por tanto alma,o vida,al oxígeno.Y lo quieren inmortal.Para mí sin embargo vida es el electromagnetismo (cargas eléctricas) en general de la materia o antimateria obscuras,y los colores genéricos de las masas y antimasas divinas,siendo espíritu los valores concretos que toma la vida.
Siendo dios autocreado y eterno,no debemos hablar pues de su vida,ni de su muerte.Aunque,de forma sólo metafórica,podamos llamar vida a la evolución divina,de átomo a universo,y muerte a su involución,de universo a átomo.
Dios es por tanto el mismo cuando es monoatómico que cuando es universo.A mayor tamaño,mayor conciencia.Monoatómico es conjunto de cuatro partículas luminosas,y de una o varias obscuras,en su núcleo,y de idénticas antipartículas en su periferia.Universo es unidad,o persona,de las partículas convertidas en astros,en estados plasmáticos,gaseosos,o sólidos;y de las antipartículas convertidos en idénticos antiastros.Un dios ya muy complejo cuando sus galaxias y antigalaxias tienen tantas estrellas o antiestrellas como quiere la ciencia.Pero dios uno y único siempre,sea átomo,o sea universo.
Deus et universum
VII.- El universo como unidad

He aceptado que el universo sea fractal porque es la teoría o técnica humana que mejor explica la evolución o involución divina necesaria para que,comenzando y terminando siendo sólo un átomo,en su intermedio sea universo,de las magnitudes que admite la ciencia.También porque es la que mejor reproduce sus bellezas naturales.
Pero es obvio que la naturaleza divina nos es desconocida,y que lo que más me interesa es recordar que no es ninguna de los miles de divinidades inventadas por el ser humano.
Cuando digo que dios es radiactivo,o se reproduce fractalmente,aludo a conceptos que nos ayudan a comprender a dios,pero sin que tengamos que relacionarlo directa y muy realmente con las propiedades del radio o la técnica matemática de los fractales.
Y lo que me interesa de este capítulo es asegurar que dios se fracciona sin perder su unidad,sirviendo de modelo para comprender esto de nuevo el zigoto humano,que se fracciona para terminar en bebé,y crece y madura hasta terminar en adulto,siendo precisamente cuando ya es adulto cuando adquiere las calidades intelectuales y espirituales que llamamos persona.Todos coincidimos y aceptamos que el huevo o zigoto evoluciona con lo que la ciencia llama programa o información genética,pero sin conocer aún bien en qué consiste,pues no depende exactamente del código genético (secuencia de bases del ADN),que sólo explica la formación de amionoácidos,y por tanto de proteínas.Que el zigoto “sepa” qué células tienen que formar hígado,y cuáles huesos o neuronas,ojos o riñones,etc.,demuestra pues que su código genético es más complicado y complejo que el del resto de las células,que el propio zigoto forma.
Me resisto a creer que dios sea más “intelectual” y “espiritual” cuando es universo que cuando es átomo,pues es universo porque fue átomo,pero recuerden que llamo vida y espíritu al electromagnetismo de la masa o antimasa,a sus culombios para entendernos,si es masa o antimasa obscuras,y a los colores y anticolores (culombios,positivos o negativos también,pero que en forma alguna deben ser cargas eléctricas);y por eso la masa divina,que yo mismo insisto en que no es hidrógeno ni antihidrógeno exactamente,debe poseer una vitalidad y espiritualidad que le haga tan autoconsciente cuando es átomo que cuando es universo.
Pero estoy aceptando que las estrellas y antiestrellas son la radiactividad y antirradiactividad betas de dios,su cara visible hasta ciertos límites de densidad,y el estudio que nos ha hecho la ciencia del Sol no es nada divino,aunque sea precisamente el Sol el dios adorado por los seres humanos como Mitras o Cristos.
También digo que planetas y antiplanetas ya no son esencias divinas,sino sólo epifenómenos de su radiación y antirradiación betas,y precisamente es en los planetas donde puede llegar la vida a su máximo nivel de conciencia,cuando su temperatura,condicionada por el tamaño de la masa y la distancia a la estrella,permite que tenga atmósferas de oxígeno,agua,etc.
La mayoría de los fenómenos naturales son cíclicos,y podríamos pensar que la evolución epifenoménica de la Tierra a ser humano nos permite aceptar que dios sea más parecido a nosotros que a las estrellas,o mejor viceversa:que nos parezcamos más a la masa divina que a nuestro propio planeta.
Todos aceptamos que la evolución terrestre,de materia inorgánica a orgánica,llega a viva (en el sentido que dice la Biología) por cierta radiación o radiaciones que debió sufrir un coacervado de alta complejidad orgánica,a la orilla del mar.Y todos aceptamos que esa radiación fuera solar,o más bien de la mente Sol-Tierra.Pero en mi cosmología es mucho más radiactiva la radiación alfa que la beta (estrella),mucho más la masa divina que su radiación alfa,y creo que la masa divina llena todo el espacio,al menos en cuanto energía.Acepto por tanto que exista parte de masa divina muy cerca de nuestra estratosfera,y si la célula fue energetizada por la mente Sol-Tierra,el neocortex humano debe haber sido energetizado por la mente Masa-alfa,y el resto del cerebro,más el cerebelo,por la mente alfa-sol.No olviden que acepto lo que el catolicismo llama salvación,y todos llamamos vida de ultratumba,por posible atracción gravitacional de nuestro espíritu a esa masa divina cercana a nuestra estratosfera,en el instante de nuestra muerte,que evidentemente no es más que pérdida corporal de nuestros culombios,vida y espíritu en mi metafísica.Aunque primero nuestro destino de ultratumba sea la mente Sol-Tierra,y después la alfa-sol.
De todas formas no acepto el cuento bíblico del ¡Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra!,palabras de un inventor de dioses que idea un dios-hombre que crea el universo en seis días,para descansar el séptimo,en forma absurda,pero caldea;y dios para el que el pueblo hebreo o judío es su elegido,el que le entrega la tierra en que vive,disparates que sólo pudieron concebirse con mentalidad aún neolítica.
No teniendo forma mejor de comprenderlo,dios se reproduce fractalmente a sí mismo hasta formar universo,y no tengo inconvenientes en aceptar también la materia y antimateria obscuras como parte hipostática o epifenoménica del átomo divino,pero como epifenómeno,ya que la masa o materia divina es luminosa,en estado gaseoso en las estrellas,y en estado más sutil aún (¿plasma?:la ciencia sólo habla de estados sólidos,líquidos y gaseosos,y con este término o monema quiero referirme a un estado más sutil que el gaseoso,aunque sepa que el término no es correcto) en sus radiaciones y antirradiaciones alfa.
Digamos entonces que las cuatro partículas y antipartículas que acepto en el átomo divino se reproducen fractalmente hasta llegar a formar las galaxias y antigalaxias que acepto en el universo para complacer a la ciencia (cincuenta mil millones),pero que este dios-universo conserva la misma unidad esencial y estructural que el dios-zigoto o dios-átomo.
Si aceptamos que la materia y antimateria obscuras,hidrógeno y antihidrógeno,sean ya parte hipostática o epifenoménica de dios,la materia obscura orbita alrededor de la radiación beta divina,en su núcleo,y la antirradiación beta orbita alrededor de la antimateria obscura,en su periferia.Y en el capítulo que titularé Masa y peso del universo veremos que los voltios (masa propiamente dicha) son siempre constantes,tanto a nivel atómico,como a nivel de universo:3.127666726 elevado a 08 en las masas y antimasas luminosas,por tricolores,y 4.694055117 elevado a 08 en las obscuras,por monocolores.Que dios,y por tanto el universo,evolucione e involucione sólo a base de crecer o decrecer sus colores y anticolores (vida y espíritu),es ya la gran revelación de la ciencia del mañana,que inician estos escritos,al menos en cuanto metafísica.
En ese supuesto dios sería esencialmente más vital y espiritual 1)como lo que llamo masa protónica y antiprotónica (en realidad plasmas,aunque este témino sea improcedente,y haya que entenderlo como estado de la materia más sutil que el gaseoso),y 2)mente universal.La radiación y antirradiación alfas serían simplemente destellos divinos indispensables para crear universos,y las betas (estrellas y antiestrellas) los también destellos divinos imprescindibles para crear materia y antimateria obscuras.
Y,como dios tiene que tener la misma y única esencia común,estamos llamando hidrógeno y antihidrógeno (esencia peculiar) al 3.00397 elevado a –03 % de la esencia divina,radiación y antirradiación betas (estrellas y antiestrellas) al 2.002649 elevado a –02 %,radiación y antirradiación alfas al 3.84767129 %,y plasmas protónicos y antiprotónicos al 96.12929825 %.Como suponemos que hidrógeno y antihidrógeno adquieren también más conciencia según evolucionan en densidad,el ser humano es el más parecido a dios dentro y como epifenómeno de nuestro planeta,pero sin que debamos en realidad establecer el más mínimo parangón o comparación entre dios y los seres humanos.
Pero,aceptado que la materia obscura,el hidrógeno,es ya parte hipostática o epifenoménica de la divinidad,también lo somos nosotros,y por tanto vuelve a existir un abismo insalvable entre dios y los seres humanos,el mismo que existe entre el universo y cada uno de nosotros.Pero,evidentemente,siendo cada uno de nosotros un muy miniuniverso.
Dios se reproduce pues fractalmente,pero no pierde su unidad esencial y existencial,e incluso podemos decir que el 99.97696954 % de su esencia no forma universo,si por tal entendemos lo que entiende la ciencia:conjunto de astros,la mayoría invisibles.Las galaxias son radiación beta y materia obscura divinas,las antigalaxias antirradiación beta y antimateria obscura,la radiación alfa creadora y núcleo gravitacional de las galaxias,lo mismo que la antirradiación alfa de las antigalaxias,y las masas protónicas y antiprotónicas divinas (plasmas,aunque este término no sea apropiado) serían extrauniversales,en el contexto aludido.
Quiero pues creer que las masas protónicas y antiprotónicas divinas,y sus radiaciones y antirradiaciones alfas,no forman astros porque están en estado energético inferior al gaseoso,ya que energía,parodiando a Einstein,es masa impactada por la velocidad de su antiluz (Emc),y toda masa o antimasa está más o menos energetizada por los neutrinos o fotones de la masa de la que procede,al mismo tiempo que energetiza a la masa o antimasa que origina,según iremos viendo en capítulos futuros.
La ecuación de Einstein,modificada por mí,va a explicar pues lo que son los espacios y almas,así como la vida y el espíritu.Y como concibo las masas más como julios (voltios y culombios) que como sólo electrónvoltios,como hace la física,masa propiamente dicha serán sus voltios,y vida o espíritu sus culombios.
Incluso fraccionado el universo en los cincuenta mil millones de galaxias y antigalaxias que quiere la ciencia,con hasta cien mil millones de estrellas o antiestrellas por galaxia o antigalaxia,el universo presenta por tanto una unidad,que es dios,y por eso la distinción que hice antes entre dios y el universo fue solamente para complacer a la ciencia,que entiende por universo conjunto de astros rotando y orbitando en el espacio,sin preocuparse por su origen.
Si llamamos yo o persona al titular de una masa o antimasa energetizada en julios,dios es masa-antimasa que se fracciona fractalmente para formar universo,y esa masa-antimasa evoluciona o involuciona sin perder su unidad esencial y existencial,por lo que podemos decir que sus galaxias son sus células,sus antigalaxias sus neuronas,y aún así el 99.97696856 % de dios es un plasma (estado que supongo más sutil que el gaseoso) que constituye el espacio y el alma en el que se mueven gravitacionalmente las galaxias y antigalaxias;más una mente universal por cada galaxia-antigalaxia,y mentes galácticas y antigalácticas de las que hablaremos en sus capítulos oportunos,mientras siga llamando mente a la fusión de neutrinos,o de neutrinos y fotones,de signo distinto.
Resumiendo,llamo hidrógeno y antihidrógeno a gases ya de materia o antimateria obscuras,que solidificados o en estado gaseoso forman cuantos astros orbitan alrededor de las estrellas,o rotan respecto a las antiestrellas.Estando constituidas las estrellas y antiestrellas por gases de materia o antimateria luminosas,entre 0.937 y 90.481 GeV/c2:1.501253651 elevado a –09 y 1.449679099 elevado a -07 julios.Las radiaciones y antirradiaciones alfas son plasmas de materia o antimateria luminosas entre 180.025 y 90.481 GeV/c2:2.884345661 y 1.449679099 elevado a -07 julios.Y las masas-antimasas divinas son plasmas,igualmente de materia o antimateria luminosas,de 4497.701495 GeV/c2 a nivel atómico:7.206180138 elevado a -06 julios.Entendiendo por plasma un estado de la materia o de la antimateria más sutil que el gas,por lo que no forma astros ni antiastros propiamente dichos.

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