El universo es fractal
Escrito en el que acepto que dios,y por tanto el universo,es de geometría fractal,no exactamente los fractales que conoce la matemática moderna,pero sí para olvidarnos de la geometría euclidiana,y explicar por qué los astros tienen formas elípticas,y describen formas elípticas al orbitar.
Dios se reproduce pues en forma parecida a la fractal,en las tres evoluciones e involuciones a las que me referí en el capítulo anterior,con la belleza que conlleva los colores y anticolores de su electromagnetismo,y que la metafísica llama espíritu.Y esta reproducción es principalmente la propia y peculiar de las masas y antimasas divinas,de las que normalmente llamo protónicas y antiprotónicas,del supuesto plasma que no forma astros,pero que energetizado por su propia radiación gamma forma espacios,que son la nada bíblica de la que proceden sus radiaciones y antirradiacioines alfas y betas,la célebre creación religiosa.
Son por tanto fractales todas las galaxias y antigalaxias,de las que vemos sólo una ínfima parte de estrellas,y al serlo son fractales todo lo que contienen:las radiaciones o antirradiaciones alfas,invisibles también para nosotros,pero de la que proceden las estrellas o antiestrellas,permaneciendo como sus centros de atracción gravitatoria,más la materia obscura que emiten las estrellas,que podemos considerar radiactiva también,y la antimateria emitida por las antiestrellas.
Fractales son por tanto no sólo los espacios universales,sino los que la metafísica llamaría entes,un 99.97696954 % de los cuales no se constituye en astros,y siéndonos invisibles un 98.61111111 % de los astros existentes;con lo que no es de extrañar que ya hace mucho leyera que el espacio no está vacío,sino poblado de misteriosas y enigmáticas formas coloreadas,que hoy podemos llamar ya reproducciones fractales de los plasmas divinos.
El universo es por tanto no sólo la belleza que nos anticipa la reproducción computacional (realizada por computadoras) de la geometría fractal,sino mucho más si cabe,al ser belleza universal y natural,con dios no solamente como artífice,sino como sujeto.Dios no es por tanto un matemático versado en geometría fractal,sino un universo fractal,que tiene su geometría como parte de su esencia.
De aquí en adelante nada pues ya de geometría euclidiana en el universo,y menos no sé cuantas dimensiones,sino una y única dimensión,fractal y divina.Y a los que quieren ver dimensiones universales hasta en el pensamiento humano hay que decirles que el espíritu es electromagnetismo,y por tanto los colores fractales a los que me estoy refiriendo.
Tampoco tiempo,aunque exista,porque tiempo universal es evolución o involución,y no esa cuarta dimensión de la inexistente cosmología einsteiniana.Ni siquiera espacio es energía en cuanto masa multiplicada por la velocidad de la luz solar al cuadrado,sino masa divina multiplicada por su radiactividad gamma,que algunos físicos suponen incluso explosiva.
Estos escritos quieren iniciar pues una concepción de dios y del universo con las religiones humanas como simples mentiras,y la ciencia humana como intento frustrado de verdad,mentira por tanto,aunque sí me haya convencido la geometría fractal,que acepto como natural de dios y su universo,que no son cosas distintas,ya que dios es universo.O su creador,en terminología religiosa,si entendemos por universo únicamente el conjunto de astros y antiastros (estrellas:planetas y satélites:astros;antiestrellas,antiplanetas y antisatélites:antiastros).
Deus et universum
VI.- El universo es fractal
En el capítulo anterior he nominado la triple evolución divina ateniéndome a la física (evolución atómica) y química (evoluciones molecular y molar),pero en realidad dios,y por tanto el universo,es más bien fractal.
Como bien dice la astrofísica,el universo,cada universo concreto,se inicia con el átomo divino que llamo universo-zigoto.Y,si aceptamos que existen cincuenta mil millones de galaxias y antigalaxias en el universo,la primera evolución divina consiste en una reproducción fractal de ese átomo,como vimos en el capítulo anterior,de forma que al final tendremos 5 elevado a 11 subuniversos en fase atómica,todos iguales,de las magnitudes que he dicho.Expresadas en GeV y julios,porque concibo a dios de substancia y antisubstancia desconocidas,tal vez o seguro radiactivas,seguro luminosas,pero desde luego siendo culombios su vida y espíritu y voltios el resto de su masa,lo que llamamos su cuerpo,con lo que estoy ya diciendo que dios,y por tanto todos nosotros,en realidad somos solamente espíritu.Pero conforme evoluciona el universo,y existe más masa y antimasa,pues los átomos son casi todo voltios (hasta un 1.905543554 elevado a 10 %),mientras el universo plenamente evolucionado sólo es masa propiamente dicha un 4.249744205 elevado a 72 %,si entendemos por masa los voltios,y por espíritu los culombios divinos,que no hay que identificarlos con los de la electricidad de la física.
La dimensión del universo es por tanto una y única,parecida a la fractal,y por tanto la geometría euclidiana hay que dejarla sólo para las escuelas humanas;habiendo hecho el ridículo cuantos físicos hablan aún de no sé cuantas dimensiones en el universo.
Un universo fractal,si aceptamos la exageración de los físicos,es el que va a tener 5 elevado a 11 núcleos y periferias,con la materia en cada uno de esos núcleos y la antimateria en la periferia.Y será esta materia y antimateria la que evoluciona primero,e involuciona después,siempre en forma parecida a la fractal.
Las magnitudes que he dado en la evolución que llamé molecular,por la que materia y antimateria pasan de partículas y antipartículas a astros y antiastros,sigue desarrollándose en forma parecida a la fractal,pero esta vez no fraccionándose más el átomo divino,sino aumentado de masa y volumen.Por eso cuando estudie la masa del universo,en sus distintas fases de evolución,daré también sus magnitudes en kilos,que son los que,debidamente energetizados,forman espacio.El espacio no está por tanto vacío,por cuanto viene a ser plasma divino energetizado.
Parecida a la fractal es también la tercera evolución,la que llamé molar,celular o genética,y mediante ella,en su etapa evolutiva,pierde densidad la radiación y antirradiación alfas,para que aumente en esa misma proporción de densidad la radiación y antirradiación betas (estrellas y antiestrellas),pero esta evolución vuelve a ser parecida a la fractal,y por lo tanto esta evolución consiste en 1 elevado a 11 transformaciones,con estrellas y antiestrellas de magnitudes que daré en el capítulo que llamaré el código alfa-beta.
Y parecida a la fractal vuelve a ser lo que llamo materia y antimateria obscuras,hidrógeno en el núcleo de cada subuniverso,antihidrógeno en la periferia,formando planetas o antiplanetas,satélites o antisatélites,asteriodes o antiasteroides,etc.
Fractales son por tanto las montañas,nubes,flora y fauna de todos los planetas y antiplanetas,al serlo toda la corteza de planetas y antiplanetas.Con la particularidad de que puede que no existan diferencias entre estas cortezas,puesto que planeta es un astro que orbita respecto a una estrella,y rota respecto a un satélite,mientras antiplaneta es el que rota respecto a una antiestrella,y orbita respecto a un antisatélite;pero las cortezas de planetas y antiplanetas pueden ser idénticas,precisamente por ser de geometría fractal.
Fractales somos por tanto nosotros,en células y neuronas,en todos nuestros órganos.Y un estudio fractal de la embriología y genética aclararía que nuestro zigoto tiene una evolución similar a la divina,y por tanto a la del universo.Primero la que sigo llamando atómica,hasta el número de células y neuronas que aceptemos en nuestro cuerpo (1 elevado a 14).Después la que he llamado molecular,trasformándose cada átomo-zigoto en molécula-zigoto,pero siempre de materia obscura,por lo que en nosotros no existe materia divina.Por último las moléculas-zigoto protónicas se transformarían en células-zigoto,y las neutrónicas en neuronas,naciendo un bebé sometido a otra evolución que no estudio,pero que también existirá en el universo, y será igualmente fractal.
Un átomo-zigoto de materia obscura,la nuestra,es por tanto la que tiene materia protónica como núcleo y electrónica como periferia.Molécula-zigoto es esa materia protónica y neutrónica transformada en astral mediante reproducción fractal,y célula-zigoto o neurona-zigoto vienen a ser las moléculas-zigoto trasformadas en galácticas,igualmente mediante reproducción fractal.
Como siempre digo,la materia y antimateria obscuras son así epifenómenos divinos,porque hidrógeno y antihidrógeno no son en realidad esencias divinas,sino un 15% de su radiación y antirradiación betas,transformadas en radiación y antirradiación obscuras.Diría por eso que existe una evidente evolución divina,y por tanto universal,desde la pura luminosidad divina,hasta la materia opaca;evolución que viene a ser pérdida de radiactividad,que vuelve a recuperarse en la etapa involutiva.
La evolución divina que sigo llamando atómica no consiste,por tanto,en explosión alguna (inexistente big Bang de los astrofísicos),sino en reproducciones similares a las fractales,independientes,que conservan la misma esencia divina,siempre en magnitudes atómicas.Digamos que se trata,por tanto,más bien,de una ramificación,en la que el átomo primitivo divino debe ocupar el centro,y el resto debe ocupar capas a su alrededor,en reproducción exponencial.Y recuerden que a esta reproducción he llamado mórula,que sería doble:una en el centro del universo,y otra en la periferia.
Si es así,la reproducción molecular respeta la misma estructura,pero no ya a niveles atómicos,sino de galaxias y antigalaxias monoestelares monoantiestelares,con lo que las antigalaxias son prácticamente galaxias orbitando alrededor de las galaxias,sin que existan diferencias esenciales entre galaxias y antigalaxias,sino únicamente de electromagnetismo (espíritu).Pero diferencia espiritual que no es esencial,sino consecuencia de que la antimateria divina crea su materia,y viceversa,como tantas veces digo y recuerdo.
Por último,estas galaxias y antigalaxias se transforman en multiestelares y multiantiestelares,respetándose siempre la estructura inicial,por lo que existirá una galaxia-antigalaxia central,y las otras en las capas de las que hablamos antes.
Al ser de esta forma siempre el universo parecido a fractal,lo probable es que todas las galaxias-antigalaxias se reproduzcan al unísono,con lo que tendrían el mismo número de astros-antiastros divinos,materia y antimateria luminosas,y de astros-antiastros obscuros (planetas-antiplanetas,satélites,antisatélites,etc).
El universo tiene,pues,una evolución e involución progresivas y armónicas,respetándose siempre las distancias que exige la gravitación universal.Es inmenso,pero no infinito,siempre en dimensión fractal.
Me atrevo a decir,por tanto,que las evoluciones-involuciones que llamo molecular y molar se realizan desde el interior,entendiéndose por su centro la primera itineración.
En cuanto a colores y anticolores,es así como los llama ya la física a niveles de quarks y antiquarks,entendiéndose por color electromagnetismo positivo,protónico,y negativo,neutrónico,y por anticolor electromagnetismo negativo o positivo de signo opuesto,respecto al color.
Dios no es por tanto un perito que crea o destruye universos a base de conocimientos matemáticos,sino una esencia material y antimaterial que se autocrea y autoexpande o autocontrae por imperativos de su propia esencia,consistiendo la expansión o implosión fractal en multiplicaciones o divisiones de su propia esencia.
Dios contiene belleza y color en sí mismo,y comienza como átomo,sigue como universo,para regresar a átomo.
En cuanto a su espíritu y facultades que llamamos intelectuales o anímicas,si el espíritu es electromagnetismo,culombios,y las almas espacios en los que se desarrolla el espíritu,no comparemos tampoco a dios con el ser humano,pues dios es universo,en uno u otro tamaño,y en uno u otro sentido.Aunque os conviene recordar que unas veces,como ahora,llamo universo a su totalidad;y otras,para no identificar ya a dios con el universo,digo que es universo el conjunto de astros y antiastros,sus radiaciones y antirradiaciones betas y obscuras.
Dios se reproduce pues en forma parecida a la fractal,en las tres evoluciones e involuciones a las que me referí en el capítulo anterior,con la belleza que conlleva los colores y anticolores de su electromagnetismo,y que la metafísica llama espíritu.Y esta reproducción es principalmente la propia y peculiar de las masas y antimasas divinas,de las que normalmente llamo protónicas y antiprotónicas,del supuesto plasma que no forma astros,pero que energetizado por su propia radiación gamma forma espacios,que son la nada bíblica de la que proceden sus radiaciones y antirradiacioines alfas y betas,la célebre creación religiosa.
Son por tanto fractales todas las galaxias y antigalaxias,de las que vemos sólo una ínfima parte de estrellas,y al serlo son fractales todo lo que contienen:las radiaciones o antirradiaciones alfas,invisibles también para nosotros,pero de la que proceden las estrellas o antiestrellas,permaneciendo como sus centros de atracción gravitatoria,más la materia obscura que emiten las estrellas,que podemos considerar radiactiva también,y la antimateria emitida por las antiestrellas.
Fractales son por tanto no sólo los espacios universales,sino los que la metafísica llamaría entes,un 99.97696954 % de los cuales no se constituye en astros,y siéndonos invisibles un 98.61111111 % de los astros existentes;con lo que no es de extrañar que ya hace mucho leyera que el espacio no está vacío,sino poblado de misteriosas y enigmáticas formas coloreadas,que hoy podemos llamar ya reproducciones fractales de los plasmas divinos.
El universo es por tanto no sólo la belleza que nos anticipa la reproducción computacional (realizada por computadoras) de la geometría fractal,sino mucho más si cabe,al ser belleza universal y natural,con dios no solamente como artífice,sino como sujeto.Dios no es por tanto un matemático versado en geometría fractal,sino un universo fractal,que tiene su geometría como parte de su esencia.
De aquí en adelante nada pues ya de geometría euclidiana en el universo,y menos no sé cuantas dimensiones,sino una y única dimensión,fractal y divina.Y a los que quieren ver dimensiones universales hasta en el pensamiento humano hay que decirles que el espíritu es electromagnetismo,y por tanto los colores fractales a los que me estoy refiriendo.
Tampoco tiempo,aunque exista,porque tiempo universal es evolución o involución,y no esa cuarta dimensión de la inexistente cosmología einsteiniana.Ni siquiera espacio es energía en cuanto masa multiplicada por la velocidad de la luz solar al cuadrado,sino masa divina multiplicada por su radiactividad gamma,que algunos físicos suponen incluso explosiva.
Estos escritos quieren iniciar pues una concepción de dios y del universo con las religiones humanas como simples mentiras,y la ciencia humana como intento frustrado de verdad,mentira por tanto,aunque sí me haya convencido la geometría fractal,que acepto como natural de dios y su universo,que no son cosas distintas,ya que dios es universo.O su creador,en terminología religiosa,si entendemos por universo únicamente el conjunto de astros y antiastros (estrellas:planetas y satélites:astros;antiestrellas,antiplanetas y antisatélites:antiastros).
Deus et universum
VI.- El universo es fractal
En el capítulo anterior he nominado la triple evolución divina ateniéndome a la física (evolución atómica) y química (evoluciones molecular y molar),pero en realidad dios,y por tanto el universo,es más bien fractal.
Como bien dice la astrofísica,el universo,cada universo concreto,se inicia con el átomo divino que llamo universo-zigoto.Y,si aceptamos que existen cincuenta mil millones de galaxias y antigalaxias en el universo,la primera evolución divina consiste en una reproducción fractal de ese átomo,como vimos en el capítulo anterior,de forma que al final tendremos 5 elevado a 11 subuniversos en fase atómica,todos iguales,de las magnitudes que he dicho.Expresadas en GeV y julios,porque concibo a dios de substancia y antisubstancia desconocidas,tal vez o seguro radiactivas,seguro luminosas,pero desde luego siendo culombios su vida y espíritu y voltios el resto de su masa,lo que llamamos su cuerpo,con lo que estoy ya diciendo que dios,y por tanto todos nosotros,en realidad somos solamente espíritu.Pero conforme evoluciona el universo,y existe más masa y antimasa,pues los átomos son casi todo voltios (hasta un 1.905543554 elevado a 10 %),mientras el universo plenamente evolucionado sólo es masa propiamente dicha un 4.249744205 elevado a 72 %,si entendemos por masa los voltios,y por espíritu los culombios divinos,que no hay que identificarlos con los de la electricidad de la física.
La dimensión del universo es por tanto una y única,parecida a la fractal,y por tanto la geometría euclidiana hay que dejarla sólo para las escuelas humanas;habiendo hecho el ridículo cuantos físicos hablan aún de no sé cuantas dimensiones en el universo.
Un universo fractal,si aceptamos la exageración de los físicos,es el que va a tener 5 elevado a 11 núcleos y periferias,con la materia en cada uno de esos núcleos y la antimateria en la periferia.Y será esta materia y antimateria la que evoluciona primero,e involuciona después,siempre en forma parecida a la fractal.
Las magnitudes que he dado en la evolución que llamé molecular,por la que materia y antimateria pasan de partículas y antipartículas a astros y antiastros,sigue desarrollándose en forma parecida a la fractal,pero esta vez no fraccionándose más el átomo divino,sino aumentado de masa y volumen.Por eso cuando estudie la masa del universo,en sus distintas fases de evolución,daré también sus magnitudes en kilos,que son los que,debidamente energetizados,forman espacio.El espacio no está por tanto vacío,por cuanto viene a ser plasma divino energetizado.
Parecida a la fractal es también la tercera evolución,la que llamé molar,celular o genética,y mediante ella,en su etapa evolutiva,pierde densidad la radiación y antirradiación alfas,para que aumente en esa misma proporción de densidad la radiación y antirradiación betas (estrellas y antiestrellas),pero esta evolución vuelve a ser parecida a la fractal,y por lo tanto esta evolución consiste en 1 elevado a 11 transformaciones,con estrellas y antiestrellas de magnitudes que daré en el capítulo que llamaré el código alfa-beta.
Y parecida a la fractal vuelve a ser lo que llamo materia y antimateria obscuras,hidrógeno en el núcleo de cada subuniverso,antihidrógeno en la periferia,formando planetas o antiplanetas,satélites o antisatélites,asteriodes o antiasteroides,etc.
Fractales son por tanto las montañas,nubes,flora y fauna de todos los planetas y antiplanetas,al serlo toda la corteza de planetas y antiplanetas.Con la particularidad de que puede que no existan diferencias entre estas cortezas,puesto que planeta es un astro que orbita respecto a una estrella,y rota respecto a un satélite,mientras antiplaneta es el que rota respecto a una antiestrella,y orbita respecto a un antisatélite;pero las cortezas de planetas y antiplanetas pueden ser idénticas,precisamente por ser de geometría fractal.
Fractales somos por tanto nosotros,en células y neuronas,en todos nuestros órganos.Y un estudio fractal de la embriología y genética aclararía que nuestro zigoto tiene una evolución similar a la divina,y por tanto a la del universo.Primero la que sigo llamando atómica,hasta el número de células y neuronas que aceptemos en nuestro cuerpo (1 elevado a 14).Después la que he llamado molecular,trasformándose cada átomo-zigoto en molécula-zigoto,pero siempre de materia obscura,por lo que en nosotros no existe materia divina.Por último las moléculas-zigoto protónicas se transformarían en células-zigoto,y las neutrónicas en neuronas,naciendo un bebé sometido a otra evolución que no estudio,pero que también existirá en el universo, y será igualmente fractal.
Un átomo-zigoto de materia obscura,la nuestra,es por tanto la que tiene materia protónica como núcleo y electrónica como periferia.Molécula-zigoto es esa materia protónica y neutrónica transformada en astral mediante reproducción fractal,y célula-zigoto o neurona-zigoto vienen a ser las moléculas-zigoto trasformadas en galácticas,igualmente mediante reproducción fractal.
Como siempre digo,la materia y antimateria obscuras son así epifenómenos divinos,porque hidrógeno y antihidrógeno no son en realidad esencias divinas,sino un 15% de su radiación y antirradiación betas,transformadas en radiación y antirradiación obscuras.Diría por eso que existe una evidente evolución divina,y por tanto universal,desde la pura luminosidad divina,hasta la materia opaca;evolución que viene a ser pérdida de radiactividad,que vuelve a recuperarse en la etapa involutiva.
La evolución divina que sigo llamando atómica no consiste,por tanto,en explosión alguna (inexistente big Bang de los astrofísicos),sino en reproducciones similares a las fractales,independientes,que conservan la misma esencia divina,siempre en magnitudes atómicas.Digamos que se trata,por tanto,más bien,de una ramificación,en la que el átomo primitivo divino debe ocupar el centro,y el resto debe ocupar capas a su alrededor,en reproducción exponencial.Y recuerden que a esta reproducción he llamado mórula,que sería doble:una en el centro del universo,y otra en la periferia.
Si es así,la reproducción molecular respeta la misma estructura,pero no ya a niveles atómicos,sino de galaxias y antigalaxias monoestelares monoantiestelares,con lo que las antigalaxias son prácticamente galaxias orbitando alrededor de las galaxias,sin que existan diferencias esenciales entre galaxias y antigalaxias,sino únicamente de electromagnetismo (espíritu).Pero diferencia espiritual que no es esencial,sino consecuencia de que la antimateria divina crea su materia,y viceversa,como tantas veces digo y recuerdo.
Por último,estas galaxias y antigalaxias se transforman en multiestelares y multiantiestelares,respetándose siempre la estructura inicial,por lo que existirá una galaxia-antigalaxia central,y las otras en las capas de las que hablamos antes.
Al ser de esta forma siempre el universo parecido a fractal,lo probable es que todas las galaxias-antigalaxias se reproduzcan al unísono,con lo que tendrían el mismo número de astros-antiastros divinos,materia y antimateria luminosas,y de astros-antiastros obscuros (planetas-antiplanetas,satélites,antisatélites,etc).
El universo tiene,pues,una evolución e involución progresivas y armónicas,respetándose siempre las distancias que exige la gravitación universal.Es inmenso,pero no infinito,siempre en dimensión fractal.
Me atrevo a decir,por tanto,que las evoluciones-involuciones que llamo molecular y molar se realizan desde el interior,entendiéndose por su centro la primera itineración.
En cuanto a colores y anticolores,es así como los llama ya la física a niveles de quarks y antiquarks,entendiéndose por color electromagnetismo positivo,protónico,y negativo,neutrónico,y por anticolor electromagnetismo negativo o positivo de signo opuesto,respecto al color.
Dios no es por tanto un perito que crea o destruye universos a base de conocimientos matemáticos,sino una esencia material y antimaterial que se autocrea y autoexpande o autocontrae por imperativos de su propia esencia,consistiendo la expansión o implosión fractal en multiplicaciones o divisiones de su propia esencia.
Dios contiene belleza y color en sí mismo,y comienza como átomo,sigue como universo,para regresar a átomo.
En cuanto a su espíritu y facultades que llamamos intelectuales o anímicas,si el espíritu es electromagnetismo,culombios,y las almas espacios en los que se desarrolla el espíritu,no comparemos tampoco a dios con el ser humano,pues dios es universo,en uno u otro tamaño,y en uno u otro sentido.Aunque os conviene recordar que unas veces,como ahora,llamo universo a su totalidad;y otras,para no identificar ya a dios con el universo,digo que es universo el conjunto de astros y antiastros,sus radiaciones y antirradiaciones betas y obscuras.
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